viernes, 13 de mayo de 2016

Columela - Libro de los Árboles

[6] Si pusillam arborem inserere voles, iuxta terramabscidito, ita ut sesquipedem a terra exstet. Cum deinde abscideris, plagamdiligenter levato et medium truncum acuto scalpro modice findito, ita utfissura trium digitorum sit. In eam deinde cuneum, quo dispaletur, inseritoet surculos ex utraque parte adrasos demittito, ita ut librum seminis libroarboris aequalem facias. Cum surculos diligenter aptaveris, cuneum vellitoet arborem, ut supra dixi, alligato et oblinito; dein terram circa arboremaggerato usque ad ipsum insitum. Ea res a vento et calore maxime tuebitur.

[6] Si quieres injertar un árbol muy pequeño, lo cortarás junto a la tierra de modo que quede un pie y medio desde la tierra. Luego, cuando lo hayas cortado, reduce el corte con cuidad y con una cuchilla afilada, abrirás al medio el tronco moderadamente, de modo que sea una hendidura de tres dedos. Luego, meterás en ella una cuña, hasta donde desborda e introduce los retoños rasados de una y otra parte, de modo que hagas la corteza del vástago igual a la del árbol. Cuando hayas ajustado los vástagos cuidadosamente, sacarás la cuña y como dije antes, atarás y untarás el árbol; luego amontona tierra cerca del árbol, hasta el injerto mismo. Esta forma lo protegerá del viento y del calor principalmente.

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