martes, 22 de noviembre de 2011

Priapo y Loto







Texto utilizado:
Ovide, Fastos
Belles Lettres, 1995
Libro I 405-450








Naides effusis aliae sine pectinis usu, 405
pars aderant positis arte manuque comis;
illa super suras tunicam collecta ministrat,
altera dissuto pectus aperta sinu;
exserit haec umerum, vestes trahit illa per herbas,
impediunt teneros vincula nulla pedes. 410
hinc aliae Satyris incendia mitia praebent,
pars tibi, qui pinu tempora nexa geris:
te quoque, inexstinctae Silene libidinis, urunt:
nequitia est quae te non sinit esse senem.
at ruber, hortorum decus et tutela, Priapus 415
omnibus ex illis Lotide captus erat:
hanc cupit, hanc optat, sola suspirat in illa,
signaque dat nutu sollicitatque notis.
fastus inest pulchris sequiturque superbia formam:
inrisum voltu despicit illa suo. 420
nox erat, et vino somnum faciente iacebant
corpora diversis victa sopore locis;
Lotis in herbosa sub acernis ultima ramis,
sicut erat lusu fessa, quievit humo.
surgit amans animamque tenens vestigia furtim 425
suspenso digitis fert taciturna gradu.
ut tetigit niveae secreta cubilia nymphae,
ipsa sui flatus ne sonet aura cavet;
et iam finitima corpus librabat in herba:
illa tamen multi plena soporis erat. 430
gaudet et a pedibus tracto velamine vota
ad sua felici coeperat ire via.
ecce rudens rauco Sileni vector asellus
intempestivos edidit ore sonos.
territa consurgit nymphe, manibusque Priapum 435
reicit, et fugiens concitat omne nemus.
at deus, obscena nimium quoque parte paratus,
omnibus ad lunae lumina risus erat.
morte dedit poenas auctor clamoris; et haec est
Hellespontiaco victima grata deo. 440
intactae fueratis aves, solacia ruris,
adsuetum silvis innocuumque genus,
quae facitis nidos et plumis ova fovetis,
et facili dulces editis ore modos;
sed nihil ista iuvant, quia linguae crimen habetis, 445
dique putant mentes vos aperire suas.
(nec tamen hoc falsum: nam, dis ut proxima quaeque,
nunc pinna veras, nunc datis ore notas.)
tuta diu volucrum proles tum denique caesa est,
iuveruntque deos indicis exta sui. 450



[405] Estaban presentes las náyades, unas con el pelo suelto sin el uso del peina, otras arregladas por el arte y la mano. Esta sirve con la túnica recogida sobre las pantorrillas, la otra con el escote abierto en el pliegue descocido. Esta deja el hombro desnudo, aquella lleva su vestido (suelto) por las hierbas, [410] ningún lazo embaraza sus tiernos pies. De aquí, unas ofrecían fuegos a los sátiros, otras a ti que llevas las sienes ceñidas de pino, a ti también Sileno, de deseo inextinguelbe te abrasan: tu disipación es la que no te permite ser viejo.
[415] Pero, el colorado Príapo, ornato y tutela de los jardines, de todas aquellas (náyades) había sido cautivado por Lotis; a ésta desea, a esta elige, suspira por ella sola y le hace señas con el movimiento de la cabeza y la atrae con señales.
La arrogancia se junta con las bonitas y la soberbia sigue a la belleza; [420] aquella desprecia con una burla de su rostro.
Era de noche y los cuerpos yacían por diversos lugares, vencidos por el sopor del vino que produce sueño. Lotis, como estaba cansada del juego se puso a reposar en el suelo herboso, lejano, debajo de las ramas de un arce. [425] Se levanta el amante y conteniendo el aliento lleva furtivamente sus pasos silencioso, caminando de puntillas. Cuando llegó al lecho apartado de la nívea ninfa, se preocupa de que no suene el sonido de su propia respiración y ya, balanceando su cuerpo sobre la hiera cercana; [430] pero ella está plena de un profundo sopor. Él se regocija, complace y tras correrse el vestido hasta las piernas, empezaba a reconocer el feliz camino de sus deseos. He aquí que el asnito que llevaba a Sileno, rebuznando, emitió un sonido intempestivo de su boca ronca.
[435] La ninfa se levanta asustada y rechaza a Príapo con las manos y al huir despierta a todo el bosque; y el dios, excesivamente preparado también con sus partes obscenas era la risa de todos a la luz de la luna.
[440] El autor del clamor, pago su culpa con la muerte y es una víctima grata para el dios del Helesponto. Todavía erais aves intactas, sola del campo, especie habitual e inofensiva de las selvas, que construís nidos y empollas los huevos con las plumas y emitís dulces sonidos con la boca fácilmente.
[445] Pero ninguna estas cosas os ayudan porque portáis el crimen en la lengua y los dioses piensan que nosotras vosotras ponéis al descubierto sus pensamientos. Pero esto no es falso, pues cuando estáis más cerca de los dioses, proporcionáis las señales, bien con las alas, bien con el pico. [450] La prole de los pájaros antes protegida fue finalmente sacrificada y las entrañas de lsu delatores complacieron a los dioses.

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