AD P. SILVINUM PRAEFATIO
Nec post haec reor intemperantia caeli nobis ista, sed nostro potius accidere vitio, qui rem rusticam pessimo cuique servorum, velut carnifici, noxae dedimus, quam maiorum nostrorum optimus quisque et optime tractaverit.
Por lo demás, no creo tampoco que estas dificultades nos sucedan a causa de la interferencia del celo, sino a causa de los defectos de nosotros, quienes entregamos la labranza, que cada uno de los mejores de nuestros antepasados trabajó de manera optima, la entregamos para castigo al peor de casa uno de los esclavos, como al verdugo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario