sábado, 15 de marzo de 2014

Columela - Libro de los Árboles

Praefatio

[1] Quoniam de cultu agrorum abunde primo volumine praecepissevidemur, non intempestiva erit arborum virgultorumque cura, quae vel maximapars habetur rei rusticae placet igitur, sicuti Vergilio, nobis quoqueduo esse genera surculorum, quorum alterum sua sponte gignitur, alterumcura mortalium procedit: illud, quod non ope humana provenit, materiaemagis aptum, hoc, cui labor adhibetur, idoneum fructibus. [2] De hoc itaque praecipiendum est, atque id ipsum genustripertito dividitur; nam ex surculo vel arbor procedit, ut olea, ficus, pirus, vel frutex, ut violae, rosae, harundines, vel tertium quiddam, quodneque arborem neque fruticem proprie dixerimus, sicuti est vitis. [3] Arborum et fruticum docebimus cultum, si prius devitibus praeceperimus.
  
Libro IV – Acerca de los árboles
Prefacio
[1] Puesto que me parece que he enseñado bastante en el primer libro sobre el cultivo de los campos, no será inoportuno enseñar el cuidado de los árboles, lo que es considerado la parte más importante de la agricultura; así pues, a nosotros, como a Virgilio nos parece bien señalar que existen dos clases de brotes: uno, es el de los que nacen espontáneamente y otros que avanzan por el cuidado del hombre. Aquellos que no crecen por el esfuerzo son más aptos para la madera de construcción; estos que ofrecen más dificultad, son más idóneos para los frutos. [2] Así pues, hay que enseñar sobre éstos y que este mismo género se divide en tres; pues de un brote procede ya un árbol –como el olivo, higuera o peral- y un arbusto –como el alelí, a rosa o la caña- y un tercero a los que no llamamos ni árbol ni arbusto - como es la vid. [3] Enseñaremos el cultivo de árboles y arbustos, luego de haber enseñado sobre las vides. 

 

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