sábado, 6 de diciembre de 2014
Columela - Libro de los Árboles
Viñedo en Mendoza
[2] Vitem deinde, quam insiturus es, resecato et plagamlevato atque ita findito et paratos surculos in fissuram demittito eatenus, qua adrasi sunt, ita ut cortex surculi corticem vitis aequaliter contingat. Quicquid inserveris, ulmi diligenter libro vel vimine ligato luto subactopaleato oblinito plagam et adligato, ne aqua ventusve penetrare possit;deinde supra lutum muscum inponito et ita deligato. Ea res praebet humoremnec inarescere sinit.
[2] Luego, corta la vid que vas a injertar y reduce el corte y abrirás e introducirás los retoños preparados en la fisura hasta el punto en que se rocen de tal modo que la corteza del retoño toque de igual manera a la corteza de la vid. Siempre que hayas injertado, sujétalo cuidadosamente con corteza de olmo o mimbre, unta el corte con barro amasado con paja, átalo para que ni el agua ni el viento puedan penetrar, luego coloca musgo sobre el barro y así preparado lo sujetarás. Esta forma proporciona humedad y no permite que se reseque.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario