viernes, 18 de octubre de 2019

Historia Naturalis Liber XII

[109] in eodem tractu aspalathos nascitur, spina candida magnitudine arboris modicae, flore rosae. radix unguentis expetitur. tradunt in quocumque frutice curvetur arcus caelestis, eandem quae sit aspalathi suavitatem odoris exsistere; sed si in aspalatho, inenarrabilem quandam. quam quidam erysisceptrum vocant, alii sceptrum. probatio eius in colore rufo vel igneo tactuque spisso et odore castorei. permutatur in libras 𐆖 V.

[110] in Aegypto nascitur et maron, peius quam Lydium, maioribus foliis ac variis; illa brevia ac minuta et odorata.
Sed omnibus odoribus praefertur balsamum, uni terrarum Iudaeae concessum, quondam in duobus tantum hortis, utroque regio, altero iugerum viginti non amplius, altero pauciorum. ostendere arborum hanc urbi Imperatores Vespasiani, clarumque dictu, a Pompeio Magno in triumpho arbores quoque duximus.


[109] En la misma región nace el aspalato, de espina blanca, del tamaño de un árbol mediano, de flor como de rosa. La raíz se escoge para ungüentos. Dicen que, en cualquier ramaje que se haya inclinado el arco iris, existe la misma dulzura de olor que la que tiene el asfalato, pero si existe esa cierta suavidad en el asfalato es indescriptible. Algunos llaman a esta planta erisisceptro y otros sceptro. La prueba de su origen es su color rojo o brillante, gruesa al tacto y de olor fuerte. Se vende a cinco denarios por peso.

[110] En Egipto también nace la maron de peor calidad que la lidia que es de hojas más grandes y variadas, aquella es más corta y pequeña pero perfumada.
LIV. Pero de todos los olores el preferido es el bálsamo, sólo concedido a las tierras de Judea, que en otro tiempo sólo crecía en dos jardines, ambos reales, uno no más grande que veinte yugadas, el otro más pequeño, que los emperadores Vespasianos exhibieron en Roma y el bello decir que desde Pompeyo el Grande llevamos también árboles de estos en las procesiones triunfales.

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