domingo, 24 de julio de 2011

Anémona (Adonis)





Texto utilizado:
Ovide, Les Metamorphoses
Texte etablit et traduit par G. Lafaye, Paris
Belles Lettres, 1995
Libro X 505-539 / 708-739





exsereret; media gravidus tumet arbore venter. 505
tendit onus matrem; neque habent sua verba dolores,
nec Lucina potest parientis voce vocari.
nitenti tamen est similis curvataque crebros
dat gemitus arbor lacrimisque cadentibus umet.
constitit ad ramos mitis Lucina dolentes 510
admovitque manus et verba puerpera dixit:
arbor agit rimas et fissa cortice vivum
reddit onus, vagitque puer; quem mollibus herbis
naides inpositum lacrimis unxere parentis.
laudaret faciem Livor quoque; qualia namque 515
corpora nudorum tabula pinguntur Amorum,
talis erat, sed, ne faciat discrimina cultus,
aut huic adde leves, aut illis deme pharetras.
'Labitur occulte fallitque volatilis aetas,
et nihil est annis velocius: ille sorore 520
natus avoque suo, qui conditus arbore nuper,
nuper erat genitus, modo formosissimus infans,
iam iuvenis, iam vir, iam se formosior ipso est,
iam placet et Veneri matrisque ulciscitur ignes.
namque pharetratus dum dat puer oscula matri, 525
inscius exstanti destrinxit harundine pectus;
laesa manu natum dea reppulit: altius actum
vulnus erat specie primoque fefellerat ipsam.
capta viri forma non iam Cythereia curat
litora, non alto repetit Paphon aequore cinctam 530
piscosamque Cnidon gravidamve Amathunta metallis;
abstinet et caelo: caelo praefertur Adonis.
hunc tenet, huic comes est adsuetaque semper in umbra
indulgere sibi formamque augere colendo
per iuga, per silvas dumosaque saxa vagatur 535
fine genus vestem ritu succincta Dianae
hortaturque canes tutaeque animalia praedae,
aut pronos lepores aut celsum in cornua cervum
aut agitat dammas; a fortibus abstinet apris
raptoresque lupos armatosque unguibus ursos 540
vitat et armenti saturatos caede leones.




'Illa quidem monuit iunctisque per aera cycnis
carpit iter, sed stat monitis contraria virtus.
forte suem latebris vestigia certa secuti 710
excivere canes, silvisque exire parantem
fixerat obliquo iuvenis Cinyreius ictu:
protinus excussit pando venabula rostro
sanguine tincta suo trepidumque et tuta petentem
trux aper insequitur totosque sub inguine dentes 715
abdidit et fulva moribundum stravit harena.
vecta levi curru medias Cytherea per auras
Cypron olorinis nondum pervenerat alis:
agnovit longe gemitum morientis et albas
flexit aves illuc, utque aethere vidit ab alto 720
exanimem inque suo iactantem sanguine corpus,
desiluit pariterque sinum pariterque capillos
rupit et indignis percussit pectora palmis
questaque cum fatis "at non tamen omnia vestri
iuris erunt" dixit. "luctus monimenta manebunt 725
semper, Adoni, mei, repetitaque mortis imago
annua plangoris peraget simulamina nostri;
at cruor in florem mutabitur. an tibi quondam
femineos artus in olentes vertere mentas,
Persephone, licuit: nobis Cinyreius heros 730
invidiae mutatus erit?" sic fata cruorem
nectare odorato sparsit, qui tinctus ab illo
intumuit sic, ut fulvo perlucida caeno
surgere bulla solet, nec plena longior hora
facta mora est, cum flos de sanguine concolor ortus, 735
qualem, quae lento celant sub cortice granum,
punica ferre solent; brevis est tamen usus in illo;
namque male haerentem et nimia levitate caducum
excutiunt idem, qui praestant nomina, venti.'



Anémona, (Adonis) Metamorfosis, X, 505-539 (…) 708-739

Pero el niño, concebido en mala hora, había crecido bajo el árbol y buscaba un camino por donde, tras abandonar a la madre, pudiera salir. En medio del árbol se hinchaba el vientre lleno. El peso se inclina hacia la madre y los dolores no tiene nombre y ni Lucina puede ser invocada por la voz de la que está pariendo; es semejando a la que está llena y el árbol encorvado, emite gemidos frecuentes y se humedece con las lágrimas que caen.
La benigna Lucina se ubicó junto a las ramas doloridas y acercó las manos y dijo palabras propias del parto: el árbol produce unas hendiduras y una vez abierta la corteza suelta el peso vivo y un niño gime al que las Náyades, tras colocarlo sobre la hierba blanda ungieron con las lágrimas de la que parió.
Aún la Envidia habría alabado su belleza, pues, como se pintan en un cuadro, los cuerpos de Amores desnudos, así era, pero, para que su modo de vestir no haga diferencias, añade a éste o quita a aquel, las aljaba ligeras.
El tiempo volátil se desliza ocultamente y engaña y nada es más veloz que los años: aquel, hijo de su hermana y su abuelo, quien hasta hace poco estaba oculto en un árbol que hace poco había sido engendrado, hace un instante (es) un hermosísimo niño, ya un joven , ya un hombre, ya es más hermoso que él mismo, ya agrada incluso a Venus y venga la pasión de su madre. . En efecto, mientras el niño, dotado de aljabas da besos a su madre, tocó ligeramente el pecho con una punta sobresaliente; ya la diosa herida, rechazó con la mano al hijo; la herida hecha era más honda que su apariencia y al principio la había engañado a ella misma.
Cautivada por la belleza del hombre ya no se preocupa por las costas de Citerea, no vuelve a Pafos, la ceñida por un mar profundo, ni a Cnido, abundante en peces, ni a Amatunte, preñada de metales; también se mantiene alejada del cielo, Adonis es preferido al cielo. La posee, es su compañera y está acostumbrada siempre a cuidarla en las sombrar a aumentar su belleza cuidándola y vaga por las cimas de las montañas y los bosques y las rocas llenas de espinas, arrancándole la ropa hasta la rodilla según el uso de Diana, si incita a los perros y excita a los animales, presa segura de las liebres fáciles o al ciervo alto hasta el cielo o a los gansos; se aleja de los jabalíes fuertes y evita los lobos predadores y los osos armados de garras y a los leones saturados por la matanza de ganado mayor.
A ti también, Adonis, te aconseja que tomes a éstos, si algo puede ser útil dar consejos y dice: “sé fuerte/valiente con los que huyen, la audacia no es segura contra los audaces.”

(…)

Ni bien terminó de dar consejos aquella (Venus) retoma el viaje por el éter con los cisnes atados, pero la virtud permanece contraria a los consejos.
Quizás los perros, siguiendo las huellas seguras, hicieron salir al jabalí y salir de los bosques al que está preparado; el joven Cinyreo se había arreglado con un golpe oblicuo; (el jabalí) sin interrupción sacó a golpes los venados teñidos con su propia sangre con su trompa curva y el fiero jabalí siguió inmediatamente al tembloroso y que buscaba todo y ocultó todos sus dientes bajo la ingle y tendió al moribundo en la arena amarilla.
Venus, transportada en su leve carro por los aires, aún no había llegado con sus cisnes, reconoció a lo lejos el gemido del que moría, dirigió las albas aves a aquel y cuando vio desde lo alto del éter el cuerpo exánime y echado en su propia sangre dejó a la vez el corazón, se arrancó a la vez los cabellos y golpeó el pecho con las palmas indignas y pronunció este queja con vaticinios: no serán todos su derechos los testimonios de dolor.????
permanecerán para siempre, Adonis mío, y la imagen repetida de la muerte recorrerá a través de representaciones anuales mi llanto.
Pero la sangre derramada mutará en flor. ¿acaso, no fue evidente para ti que una voz Proserpina, convertidos los miembros femeninos mentas perfumadas? el héroe Cinyreo, será transformado por la envidia?
Dichas estas cosas así, esparció con néctar perfumado la sangre (vertida) y quien impregnado de aquel se hinchó así; tal que como suele surgir un botón claro a partir de un cieno amarillento y no se ha producido una larga demora en plena hora, cuando la flor de color parecido a la sangre, ha surgido; así, los que ocultan el grano bajo la corteza flexible, suelen tener (color ) rojo; sin embargo el uso es efímero en aquel; pues los vientos que le dan su nombre hacen caer a la que está fija y con excesiva ligereza/rapidez, se cae.

No hay comentarios:

Publicar un comentario