viernes, 28 de septiembre de 2018

Historia Naturalis Liber XII





Foto: Árbol de incienso,
Jardin Botanico de la Ciudad de Buenos Aires
[65] iam quacumque iter est aliubi pro aqua, aliubi pro pabulo aut pro mansionibus variisque portoriis pendunt, ut sumptus in singulas camelos 𐆖 DCLXXXVIII ad nru litus colligat, iterumque imperii nostri publicanis penditur. itaque optimi turis libra 𐆖 pretium habet, secundi 𐆖 V, tertii 𐆖 III. adulteratur apud nos resinae candidae gemma perquam simili, sed deprehenditur quibus dictum est modis. probatur candore, amplitudine, fragilitate, carbone, ut statim ardeat, item ne dentem recipiat potiusque in micas frietur.

[65] Luego, donde se extrae está en el camino, por aquí o por allá, pagan por agua o pasto o varias posadas y hospedajes de modo que el costo del viaje cuesta seis mil treinta y ocho denarios por cada camello y por otra parte se paga por los recaudadores de nuestro imperio. Este es pues el precio que tiene por libra el mejor incienso, el segundo, cinco y el tercero tres. Entre nosotros se adultera con un brote de resina blanca, mediante la cual, aunque similar se la puede detectar con los métodos que ya se mencionaron. Se la prueba por la blancura, amplitud de tamaño, fragilidad o el carbón en el cual arden rápidamente, del mismo modo que resulte resistente al diente y que mejor se desmenuce en partículas.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Historia Naturalis Liber XII





Foto: Árbol de incienso,
Jardin Botanico de la Ciudad de Buenos Aires
[64] caput eorum Thomna abest a Gaza, nostri litoris in Iudaea oppido, |XXIIII|·XXXVII·D p., quod dividitur in mansiones camelorum LXV. sunt et quae sacerdotibus dantur portiones scribisque regum certae. sed praeter hos et custodes satellitesque et ostiarii et ministri populantur.

[64] Tomna, capital de esta, dista de Gaza, en la ciudad de Judea, unas 2337 millas, la que se divide en 45 jornadas de camellos. Existen también ciertas porciones del incienso que se dan a los sacerdotes y a los secretarios de los reyes. Pero además de estos, los guardias y los acompañantes, tanto los porteros como los criados, comparten su parte.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Historia Naturalis Liber XII





Foto: Árbol de incienso,
Jardin Botanico de la Ciudad de Buenos Aires
[63] tus collectum Sabotam camelis convehitur, porta ad id una patente. degredi via capital reges fecere. ibi decumas deo quem vocant Sabin mensura, non pondere, sacerdotes capiunt, nec ante mercari licet: inde inpensae publicae tolerantur; nam et benigne certo dierum numero deus hospites pascit. evehi non potest nisi per Gebbanitas, itaque et horum regi penditur vectigal.

[63] El incienso, tras ser recolectado es transportado en camellos hacia Sabota; con una sola puerta abierta para éste. Los reyes la hicieron salir de ahí por una vía importante. Allí los sacerdotes toman por medida, no por peso, una décima parte para el dios, al que llaman Sabi, y no es lícito comerciar con él antes. Por ello, los costos públicos son solventados; pues también la divinidad satisface a los extranjeros un cierto número de días. El incienso no puede ser transportado sino a través de Gebante y por esta razón el tributo es pagado al rey de estos.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Historia Naturalis Liber XII





Foto: Árbol de incienso,
Jardin Botanico de la Ciudad de Buenos Aires
[62] Graeci stagonian et atomum tali modo appellant, minorem autem orobian. micas concussu elisas mannam vocamus. etiamnum tamen inveniuntur guttae quae tertiam partem minae, hoc est XXVIII denariorum pondus, aequent. Alexandro Magno in pueritia sine parsimonia tura ingerenti aris pedagogus Leonides diexerat, ut illo modo, cum devicisset turiferas gentes, supplicaret. at ille Arabiae potitus ture onustam navem misti et exhortatus est, ut large deos adoraret.

[62] Los griegos llaman a eta planta d tal modo, estagonia y orobia a la menor. A los fragmentos salidos de las sacudidas del árbol, lo llamamos “manna”. Todavía hoy, sin embargo, se encuentran gotas que llegan a alcanzar tercera parte mina; es decir, un peso de 28 denarios. El maestro Leonidas había enseñao a Alejandro Magno durante su niñez a arrojar incienso en los altares, con prodigalidad, de modo que, cuando hubo conquistado los pueblos productores de incienso, suplicara ofreciendo un sacrificio. Pero aquel tras ser conquistador de Arabia, envió una nave cargada de incienso y fue exhortado por adorar largamente a los dioses.