[9] Cum apud Catonem, illum ambitus hostem et repulsis tamquam honoribus inemptis gaudentem, flagrantibus comitiis pecunias deponerent candidati, hoc se facere, quod tum pro innocentia ex rebus humanis summum esset, profitebantur. inde illa nobilis M. Ciceronis suspiratio: O te felicem, M. Porci, a quo rem inprobam petere nemo audet!
[10] Cum tribunos appellaret L. Scipio Asiaticus, inter quos erat Gracchus, hoc adtestabatur vel inimico iudici se probari posse. adeo summum quisque causae suae iudicem facit quemcumque, cum eligit. unde provocatio appellatur.
(9) Cuando Catón, el enemigo de jactancias, feliz con una negativa a honrar los logros, se convirtió, al calor de las elecciones, en depositario de los candidatos que aspiraban a Magistrados que le entregaban, decía al hacerlo, tener la mayor inocencia (esto sería extraordinario en los humanos). De ahí la famosa exclamación de Cicerón: ¡Dichoso tú, Marco Porcio (Caton "el joven"), a quien nadie se atreve a pedir cosa mal!.
(10) Cuando apelaba Lelio Escipión el Asiático en el foro, entre los que estaba Graco, afirmaba esto diciendo que podía ser probado aunque el juez fuese enemigo. Siendo cierto que de la elección de un juez hizo un árbitro final. De ahí que provocando lo eligiese.
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