[8] Sed haec ego mihi nunc patrocinia ademi nuncupatione, quoniam plurimum refert, sortiatur aliquis iudicem an eligat, multumque apparatus interest apud invitatum hospitem et oblatum.
[9] Cum apud Catonem, illum ambitus hostem et repulsis tamquam honoribus inemptis gaudentem, flagrantibus comitiis pecunias deponerent candidati, hoc se facere, quod tum pro innocentia ex rebus humanis summum esset, profitebantur. inde illa nobilis M. Ciceronis suspiratio: O te felicem, M. Porci, a quo rem inprobam petere nemo audet!
[8] Pero estas defensas me las quité mediante una designación, porque se dice que (si) alguno es sorteado o elige juez, mucha es la diferencia en el trato para el huésped invitado que al que se ofrece.
[9] Cuando, en tiempos de Catón, aquel enemigo del cohecho, feliz ante el rechazo de honores no apropiados; en los comicios excitados, los candidatos confiaron las monedas que ellos hicieron; declaraban públicamente a favor de su inocencia, que eso sería de lo más extraordinario entre las cosas humanas. De allí, aquella célebre exclamación de Cicerón: “¡Oh, dichoso de ti, M. Persio, a quien nadie se atreve a pedir algo ímprobo!”
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