sábado, 24 de diciembre de 2011

Intermezzo

Este blog dejará de incorporar material como lo vino haciendo desde el primer post.
Volveremos con el espiritu que nos caracteriza los primeros meses del 2012, seguiremos estudiando en el bar Keller's en la calle French.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Floris/ Primavera (II)









Ovide, Fastos
Belles Lettres, 1995
Libro V 275-378







talia dicentem tacitus mirabar; at illa 275
'ius tibi discendi, siqua requiris' ait.
'dic, dea', respondi 'ludorum quae sit origo.'
vix bene desieram, rettulit illa mihi:
'cetera luxuriae nondum instrumenta vigebant;
aut pecus aut latam dives habebat humum 280
(hinc etiam locuples, hinc ipsa pecunia dicta est);
sed iam de vetito quisque parabat opes.
venerat in morem populi depascere saltus,
idque diu licuit, poenaque nulla fuit;
vindice servabat nullo sua publica volgus, 285
iamque in privato pascere inertis erat.
plebis ad aediles perducta licentia talis
Publicios; animus defuit ante viris.
rem populus recipit, multam subiere nocentes:
vindicibus laudi publica cura fuit. 290
multa data est ex parte mihi, magnoque favore
victores ludos instituere novos;
parte locant clivum, qui tunc erat ardua rupes,
utile nunc iter est, Publiciumque vocant.'
annua credideram spectacula facta: negavit, 295
addidit et dictis altera verba suis:
'nos quoque tangit honor: festis gaudemus et aris,
turbaque caelestes ambitiosa sumus.
saepe deos aliquis peccando fecit iniquos,
et pro delictis hostia blanda fuit; 300
saepe Iovem vidi, cum iam sua mittere vellet
fulmina, ture dato sustinuisse manum.
at si neglegimur, magnis iniuria poenis
solvitur, et iustum praeterit ira modum.
respice Thestiaden: flammis absentibus arsit; 305
causa est, quod Phoebes ara sine igne fuit.
respice Tantaliden: eadem dea vela tenebat;
virgo est, et spretos bis tamen ulta focos.
Hippolyte infelix, velles coluisse Dionen,
cum consternatis diripereris equis. 310
longa referre mora est correcta oblivia damnis:
me quoque Romani praeteriere patres.
quid facerem, per quod fierem manifesta doloris?
exigerem nostrae qualia damna notae?
excidit officium tristi mihi: nulla tuebar 315
rura, nec in pretio fertilis hortus erat;
lilia deciderant, violas arere videres,
filaque punicei languida facta croci.
saepe mihi Zephyrus "dotes corrumpere noli
ipsa tuas" dixit: dos mihi vilis erat. 320
florebant oleae, venti nocuere protervi:
florebant segetes, grandine laesa seges.
in spe vitis erat, caelum nigrescit ab Austris
et subita frondes decutiuntur aqua.
nec volui fieri nec sum crudelis in ira; 325
cura repellendi sed mihi nulla fuit.
convenere patres, et, si bene floreat annus,
numinibus nostris annua festa vovent.
adnuimus voto: consul cum consule ludos
Postumio Laenas persoluere mihi.' 330
Quaerere conabar quare lascivia maior
his foret in ludis liberiorque iocus;
sed mihi succurrit numen non esse severum,
aptaque deliciis munera ferre deam.
tempora sutilibus cinguntur tota coronis, 335
et latet iniecta splendida mensa rosa;
ebrius incinctis philyra conviva capillis
saltat, et imprudens utitur arte meri;
ebrius ad durum formosae limen amicae
cantat, habent unctae mollia serta comae. 340
nulla coronata peraguntur seria fronte,
nec liquidae vinctis flore bibuntur aquae;
donec eras mixtus nullis, Acheloe, racemis,
gratia sumendae non erat ulla rosae.
Bacchus amat flores: Baccho placuisse coronam 345
ex Ariadnaeo sidere nosse potes.
scaena levis decet hanc: non est, mihi credite, non est
illa cothurnatas inter habenda deas.
turba quidem cur hos celebret meretricia ludos
non ex difficili causa petita subest. 350
non est de tetricis, non est de magna professis:
volt sua plebeio sacra patere choro,
et monet aetatis specie, dum floreat, uti;
contemni spinam, cum cecidere rosae.
Cur tamen, ut dantur vestes Cerialibus albae, 355
sic haec est cultu versicolore decens?
an quia maturis albescit messis aristis,
et color et species floribus omnis inest?
adnuit, et motis flores cecidere capillis,
accidere in mensas ut rosa missa solet. 360
lumina restabant, quorum me causa latebat,
cum sic errores abstulit illa meos:
'vel quia purpureis conlucent floribus agri,
lumina sunt nostros visa decere dies;
vel quia nec flos est hebeti nec flamma colore, 365
atque oculos in se splendor uterque trahit;
vel quia deliciis nocturna licentia nostris
convenit: a vero tertia causa venit.'
'est breve praeterea, de quo mihi quaerere restat,
si liceat' dixi: dixit et illa 'licet'. 370
'cur tibi pro Libycis clauduntur rete leaenis
inbelles capreae sollicitusque lepus?'
non sibi respondit silvas cessisse, sed hortos
arvaque pugnaci non adeunda ferae.
omnia finierat: tenues secessit in auras, 375
mansit odor; posses scire fuisse deam.
floreat ut toto carmen Nasonis in aevo,
sparge, precor, donis pectora nostra tuis.


Una vez, perdidas las flores, las arvejas y habas perecen, y tus lentejas, venidas del Nilo. También florecen los racimos encerrados trabajosamente en grandes barriles [270] y los vapores cubren las superficies de los toneles. La miel es un regalo mío; yo convoco a los seres que vuelan que van a dar la miel para las violetas, los codesos y los blancos tomillos. Yo también hago lo mismo, cuando los espíritus están exuberantes en los ríos en los años de juventud y los cuerpos mismos tienen vigor.
[275] Yo admiraba en silencio a la que decía tales cosas. Pero ella me dijo: “tienes derecho de aprender cualquier cosa que preguntes.” “Dime, diosa, –le respondí- cuál es el origen de los juegos.” Apenas había terminado (de hablar) que aquella me contestó: “ Los demás instrumentos de suntuosidad no estaban aún en vigor: [280] el rico tenía ganado o extensas tierras (de ahí también se dice rico/opulento, de allí el nombre de riqueza); pero ya cada uno adquiere riquezas mediante medios prohibidos; se había vuelto costumbre de la gente pastorear los bosques y esto fue lícito largo tiempo y no existía ningún castigo para eso; [285] el pueblo conservaba su predio público sin ninguna responsabilidad y ya era un tímido/tonto el que pastoreaba un terreno privado. Tal libertad llegó a los ediles de la plebe, los Publicios; antes no conocían, la intención de los hombres. El pueblo aceptó el asunto. [290] Los culpables afrontaron multas, la preocupación por lo público fue objeto de alabanza por los defensores. Una parte de la multa fue dada para mí y los vencedores instituyeron nuevos juegos entre una gran aclamación; con la otra parte establecieron una colina que entonces era una roca escarpada, ahora (es) un camino útil y lo llaman Publicio.”
[295] Yo había creído que los espectáculos se hacían anuales; ella lo negó y agregó a sus palabras estos términos: “ese honor también me corresponde a mí, disfrutamos con las fiestas y los altares y los dioses celestes somos una multitud vanidosa. A menudo alguno (se) hizo enemigo/hostil a los dioses al pecar [300] y por esas faltas se produjo una víctima tierna; a menudo he visto a Júpiter, habiendo querido enviar sus rayos, suspender su mano, al recibir el incienso. Pero si somos despreciados, la injuria se paga con grandes castigos y la ira sobrepasa la medida justa.
[305] Piensa en el testíada1, se quemó con ramas ajenas, la causa era que el altar de Febe2 estaba sin fuego. Piensa en el el Tantálide3, la misma diosa retenía sus velas; es una virgen y sin embargo se vengó dos veces por sus fuegos despreciados.
Oh, infeliz Hipólito, querrías haber honrado a Diana, [310] cuando fuiste destrozado por los caballos enfurecidos; sería largo contar los grandes olvidos corregidos con una expiación. Así también los padres romanos me dejaron de lado ¿qué debía hacer yo para que resultara evidente un dolor? Qué castigo exigiría por la deshonra contra mí? [315] Se perdió mi deber para mí, triste; no velaba por ningún campo ni los jardines fértiles tenían valor; los lirios se habían caído; veías las violetas secas y sufrir a los lánguidos tallos del rojo azafrán. A menudo Céfiro me dijo: [320] ´no quieras destruir tú misma tus dotes.` La dote era para mí sin valor. Los olivos florecían, los vientos violentos los dañaron; los campos florecían; las mieses fueron dañadas con el granizo. La vid estaba sin esperanza; el cielo se ennegreció con los australes y el follaje se cayó por el agua repentina. [325] Y yo no quise ver, ni soy cruel en mi ira. Pero no tuve ninguna preocupación por evitarlo. Los padres se reunieron y ofrecieron una fiesta anual a mis númenes si el año tenía una buena floración. Lo aprobé por la ofrenda. [330] El cónsul Lenas, junto con el cónsul Póstumo cumplieron, celebrando juegos para mí.”
Yo me preparaba a preguntar por qué en estos juegos sucede mayor lascivia y bromas más atrevidas, pero se me ocurrió que el numen no es severo y que la diosa tiene regalos propios de los placeres.
[335] Las sienes se ciñen con sutiles coronas y las espléndidas mesas se mantienen ocultas bajo las rosas que le han sido arrojadas. El comensal baila ebrio con los cabellos recogidos por una corona de tilo e impúdico hace mal uso del arte del vino; canta ante el duro umbral de la hermosa amiga; [340] sus cabellos perfumados tienen unas suaves guirnaldas. Nada serio se lleva cabo con la frente coronada y las aguas cristalinas no son bebidas por quienes están ceñidos con flores. Mientras tú, Aqueloo, no te habías mezclado con ningún racimo, ninguna gracia de tomar rosas existía aún.
[345] Baco ama las flores por la estrella de Ariadna puedes saber que la corona agrada a Baco. A ésta (Flora) le conviene una escena simple; a ella, creedme, no hay que tenerla entre las diosas con coturno. La causa por la que una multitud de meretrices celebra estos juegos no es difícil de encontrar.
[350] No es de las que profesan actividades tétricas ni importantes. desea que sus ritos sean abiertos para los coros populares y aconseja aprovechar del esplendor de la edad mientras florezca, pues tiramos las espinas, cuando se han caído las rosas.
[355] Pero por qué, si se dan vestidos blancos en los festivales de Ceres, ésta (Flora) se arregla con vestidos multicolores? Acaso porque la mies se pone blanca con las espigas maduras y el color y variedad está en todas las flores? Lo admitió y las flores cayeron de los cabellos movidos, [360] como suelen caer las rosas que se han colocado en las mesas.
Faltaban las luces, cuya causa se me ocultaba, cuando la diosa corrigió mis errores así: “bien porque los campos relucen con flores purpúreas, ha parecido que las luces son convenientes para mis días de fiesta; [365] bien porque ni la flor, ni las llamas tienen color apagado y ambos resplandores atraen hacia sí las miradas; bien porque para nuestro goce conviene la licencia nocturna; la tercer razón viene a ser la verdadera.”
“Es breve lo que me queda por preguntar, [370] si es posible”, dije y ella me dijo: “está permitido”. “Por qué son encerrados por ti, con la red en lugar de leones líbicos, cabras pacíficas y liebres mansas?” Ella me respondió que no le correspondían las selvas sino los huertos y los campos en los que no entran las fieras que luchan.
[375] Todo había terminado: se retiró hacia las suaves brisas, su perfume permaneció, podías saber que se trataba de una diosa; para que el poema de Nasón florezca por toda la vida, esparce, te lo suplico, con tus dones mi pecho.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Floris/ Primavera (I)






Ovide, Fastos
Belles Lettres, 1995
Libro V 183-275










victus uterque parens tamen est pietate sororum:
illa dedit caelum, nomina fecit Hyas.
'Mater, ades, florum, ludis celebranda iocosis:
distuleram partes mense priore tuas.
incipis Aprili, transis in tempora Maii: 185
alter te fugiens, cum venit alter habet.
cum tua sint cedantque tibi confinia mensum,
convenit in laudes ille vel ille tuas.
Circus in hunc exit clamataque palma theatris;
hoc quoque cum Circi munere carmen eat. 190
ipsa doce quae sis: hominum sententia fallax;
optima tu proprii nominis auctor eris.'
sic ego; sic nostris respondit diva rogatis
(dum loquitur, vernas efflat ab ore rosas):
'Chloris eram quae Flora vocor: corrupta Latino 195
nominis est nostri littera Graeca sono.
Chloris eram, nymphe campi felicis, ubi audis
rem fortunatis ante fuisse viris.
quae fuerit mihi forma, grave est narrare modestae;
sed generum matri repperit illa deum. 200
ver erat, errabam; Zephyrus conspexit, abibam;
insequitur, fugio: fortior ille fuit.
et dederat fratri Boreas ius omne rapinae,
ausus Erecthea praemia ferre domo.
vim tamen emendat dando mihi nomina nuptae, 205
inque meo non est ulla querella toro.
[vere fruor semper: semper nitidissimus annus,
arbor habet frondes, pabula semper humus.]
est mihi fecundus dotalibus hortus in agris;
aura fovet, liquidae fonte rigatur aquae: 210
hunc meus implevit generoso flore maritus,
atque ait "arbitrium tu, dea, floris habe."
saepe ego digestos volui numerare colores,
nec potui: numero copia maior erat.
roscida cum primum foliis excussa pruina est 215
et variae radiis intepuere comae,
conveniunt pictis incinctae vestibus Horae,
inque leves calathos munera nostra legunt;
protinus accedunt Charites, nectuntque coronas
sertaque caelestes implicitura comas. 220
prima per immensas sparsi nova semina gentes:
unius tellus ante coloris erat;
prima Therapnaeo feci de sanguine florem,
et manet in folio scripta querella suo.
tu quoque nomen habes cultos, Narcisse, per hortos, 225
infelix, quod non alter et alter eras.
quid Crocon aut Attin referam Cinyraque creatum,
de quorum per me volnere surgit honor?
Mars quoque, si nescis, per nostras editus artes:
Iuppiter hoc, ut adhuc, nesciat usque, precor. 230
sancta Iovem Iuno nata sine matre Minerva
officio doluit non eguisse suo.
ibat ut Oceano quereretur facta mariti;
restitit ad nostras fessa labore fores.
quam simul aspexi, "quid te, Saturnia", dixi 235
"attulit?" exponit, quem petat, illa, locum;
addidit et causam. verbis solabar amicis.
"non" inquit "verbis cura levanda mea est.
si pater est factus neglecto coniugis usu
Iuppiter, et solus nomen utrumque tenet, 240
cur ego desperem fieri sine coniuge mater,
et parere intacto, dummodo casta, viro?
omnia temptabo latis medicamina terris,
et freta Tartareos excutiamque sinus."
vox erat in cursu: voltum dubitantis habebam. 245
"nescioquid, nymphe, posse videris" ait.
ter volui promittere opem, ter lingua retenta est:
ira Iovis magni causa timoris erat.
"fer, precor, auxilium" dixit, "celabitur auctor",
et Stygiae numen testificatur aquae. 250
"quod petis, Oleniis" inquam "mihi missus ab arvis
flos dabit: est hortis unicus ille meis.
qui dabat, 'hoc' dixit 'sterilem quoque tange iuvencam,
mater erit': tetigi, nec mora, mater erat."
protinus haerentem decerpsi pollice florem; 255
tangitur, et tacto concipit illa sinu.
iamque gravis Thracen et laeva Propontidos intrat,
fitque potens voti, Marsque creatus erat.
qui memor accepti per me natalis "habeto
tu quoque Romulea" dixit "in urbe locum." 260
forsitan in teneris tantum mea regna coronis
esse putes. tangit numen et arva meum.
si bene floruerint segetes, erit area dives:
si bene floruerit vinea, Bacchus erit;
si bene floruerint oleae, nitidissimus annus, 265
pomaque proventum temporis huius habent.
flore semel laeso pereunt viciaeque fabaeque,
et pereunt lentes, advena Nile, tuae.
vina quoque in magnis operose condita cellis
florent, et nebulae dolia summa tegunt. 270
mella meum munus: volucres ego mella daturas
ad violam et cytisos et thyma cana voco.'
[nos quoque idem facimus tunc, cum iuvenalibus annis
luxuriant animi, corporaque ipsa vigent.]
talia dicentem tacitus mirabar; at illa 275


Libro V, 183-275

“Asiste, madre de las flores [Flora], has de ser festejada con juegos graciosos, el mes anterior (yo) había aplazado tus lotes.
[185] Comienzas en abril, pasas a los días de mayor, te posee uno que se va y otro que viene. Como son para ti y te tocan los límites de ambos meses, uno y otro convienen para tus alabanzas.
El circo y la palma en el teatro se producen en este mes; [190] que este poema marche también con el regalo del Circo.
Enséñame tu misma quién eres, el pensamiento de los hombres es falaz; tú serás la mejor garante de su propio nombre”. Así dije yo; así respondió la diosa a mis ruegos (mientras hablaba, exhalaba de su boca rosas primaverales): [195] `yo era Cloris, que ahora me llamo Flora, una letra griega en mi nombre ha sido alterada con un sonido latino. (yo) era Cloris, ninfa de los campos, donde sabes que antes había sustento para los hombres afortunados. Es duro para mí narrar que yo tuve belleza; [200] pero aquella encontró para mí madre un dios como yerno. Era primavera, yo paseaba, el Zéfiro me vio, yo iba a alejarme, me siguió, yo huí, él era más fuerte. Y el Bóreas que se había atrevido a llevarse un botín de la mansión de Erecto, había otorgado todo el derecho de rapiña.
[205] Sin embargo, enmendó su acto violento dándome el nombre de esposa y existe queja alguna en mi lecho nupcial. Gozo de una primavera eterna, el año es siempre brillantísimo, el árbol tiene siempre hojas, la tierra siempre pastos. Tengo un jardín fecundo en los campos (que son) mi dote, [210] los vientos lo favorecen, y es regado con una fuente de agua cristalina: mi marido lo llenó de flores generosas y me dijo: “Tú, diosa, ostenta el derecho de gobierno de las flores.”
A menudo quise contar la cantidad de colores, pero no pude, su abundancia era mayor que los números. [215] Cuando ya la escarcha húmeda de rocío se sacudió de las hojas y el variado follaje se entibió con los rayos del sol, llegaron las Horas, ceñidas en sus ropajes de varios colores y recogen en leves canastillas mis regalos; se acercaron seguidas de las Cárites [220] y tejieron coronas y guirnaldas para envolver las cabelleras de las diosas celestiales.
Yo primera esparcía las nuevas semillas a lo largo de los anchos pueblos, antes la tierra era de un solo color, yo primera hice de la sangre del Terapeio (Jacinto1) una flor y en su hoja permanece escrita una queja. [225] También tú, oh Narciso,2 tienes tu nombre a lo largo de los jardines cultivados, infeliz de ti, por que eras y no eras otro. ¿y qué diré de Croco y Atis o del hijo de Ciniras (Adonis3), de cuya herida surgió el honor gracias a mí.
Marte también, si no lo sabes, fue engendrado mediante mis artes. [230] Ruego que Júpiter no lo sepa, como hasta ahora. La sagrada Juno lamentaba que Júpiter no hubiera necesitado de su servicio, al nacer Minerva sin madre. Iba Juno a quejarse ante Océano por las acciones de su marido; se detuvo ante mis puertas, fatigada por el esfuerzo. [235] Cuando la vi, le dije: “¿Qué te ha traído por aquí, hija de Saturno?” Ella explicó lo que buscaba y el motivo; yo la consolaba con amistosas palabras. “Con palabras –dijo- no tengo que aliviar mis preocupaciones. Si Júpiter se ha hecho padre, despreciando el uso de su esposa, [24] y él solo tiene el nombre de padre y madre, porqué yo me desesperaría de ser madre sin esposo y parir sin contacto con hombre, con tal de permanecer casta?” Voy a probar todos los medicamentos de todas las tierras y examinaré los mares y hasta los rincones del Tártaro.” [250] Su voz seguía su curso, pero yo tenía/mostraba en mi rostro dudas. Dijo:”no sé qué poder, ninfa, pareces tener.”
Tres veces quise ofrecerle ayuda, tres veces mi lengua fue detenida. La ira de Júpiter fue la gran causante de mi temor. “Dame auxilio, te lo suplico, el autor será mantenido en secreto [250] y pongo de testigo a la divinidad del agua estigia”.

Cf. Ovidio, Metamorfosis, XVIII
Cf. Ovidio, Metamorfosis, III
Cf. Ovidio, Metamorfosis, X

sábado, 3 de diciembre de 2011

Mayo





Ovide, Fastos
Belles Lettres, 1995
Libro V 1-10





Quaeritis unde putem Maio data nomina mensi?
non satis est liquido cognita causa mihi.
ut stat et incertus qua sit sibi nescit eundum,
cum videt ex omni parte, viator, iter,
sic, quia posse datur diversas reddere causas, 5
qua ferar ignoro, copiaque ipsa nocet.
dicite, quae fontes Aganippidos Hippocrenes,
grata Medusaei signa, tenetis, equi.
dissensere deae; quarum Polyhymnia coepit
prima (silent aliae, dictaque mente notant): 10


Ovidio, Libro V 1-8

¿Preguntáis de dónde creo (yo) que de dónde viene el nombre de Mayo? La causa que yo conozco no es suficientemente clara. Como el caminante detiene perplejo y no sabe por dónde debe ir, cuando ve caminos por todas parres, así, yo no ignoro por dónde comenzar, ya que existe la posibilidad de proporcionar causas contradictorias y la misma abundancia (de causas) resulta dañosa. Decídmelo, vosotras, que habitáis las fuentes de la Aganápide Hipocrene, rastro confortante de Medusa.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Primavera Abril








Ovide, Fastos
Belles Lettres, 1995
Libro IV 85-130





Quo non livor abit? sunt qui tibi mensis honorem 85
eripuisse velint invideantque, Venus.
nam, quia ver aperit tunc omnia densaque cedit
frigoris asperitas fetaque terra patet,
Aprilem memorant ab aperto tempore dictum,
quem Venus iniecta vindicat alma manu. 90
illa quidem totum dignissima temperat orbem,
illa tenet nullo regna minora deo,
iuraque dat caelo, terrae, natalibus undis,
perque suos initus continet omne genus.
illa deos omnes (longum est numerare) creavit, 95
illa satis causas arboribusque dedit,
illa rudes animos hominum contraxit in unum,
et docuit iungi cum pare quemque sua.
quid genus omne creat volucrum, nisi blanda voluptas?
nec coeant pecudes, si levis absit amor. 100
cum mare trux aries cornu decertat, at idem
frontem dilectae laedere parcit ovis;
deposita sequitur taurus feritate iuvencam,
quem toti saltus, quem nemus omne tremit;
vis eadem lato quodcumque sub aequore vivit 105
servat, et innumeris piscibus implet aquas.
prima feros habitus homini detraxit: ab illa
venerunt cultus mundaque cura sui.
primus amans carmen vigilatum nocte negata
dicitur ad clausas concinuisse fores, 110
eloquiumque fuit duram exorare puellam,
proque sua causa quisque disertus erat.
mille per hanc artes motae; studioque placendi,
quae latuere prius, multa reperta ferunt.
hanc quisquam titulo mensis spoliare secundi 115
audeat? a nobis sit furor iste procul.
quid quod ubique potens templisque frequentibus aucta,
urbe tamen nostra ius dea maius habet?
pro Troia, Romane, tua Venus arma ferebat,
cum gemuit teneram cuspide laesa manum; 120
caelestesque duas Troiano iudice vicit
(ah nolim victas hoc meminisse deas),
Assaracique nurus dicta est, ut scilicet olim
magnus Iuleos Caesar haberet avos.
nec Veneri tempus, quam ver, erat aptius ullum 125
(vere nitent terrae, vere remissus ager;
nunc herbae rupta tellure cacumina tollunt,
nunc tumido gemmas cortice palmes agit),
et formosa Venus formoso tempore digna est,
utque solet, Marti continuata suo est. 130



[85] ¿A dónde no alcanza la envidia? Existen quienes querrían arrebatarte, Venus, el honor del mes y te envidian. Pues dado que la primavera, entonces, abre todas las cosas y la densa aspereza del frío cede, y a tierra fecunda es accesible, recuerdan que Abril se llama (así April) por la estación abierta, [90] al que Venus reivindica como nutricia poniendo su mano.
Ella (Venus) sin duda gobierna todo el mundo, (siendo) lo más justa: ella se mantiene como reina no inferior a ningún dios y provee las leyes al cielo, la tierra y las aguas que la vieron nacer, y mediante su llegada conserva todas las especies. [95] Ella creó a todos los dioses (largo es numerarlos) ella dio sus orígenes, ya a los sembrados y a los árboles; ella restringió los rudos ánimos de los hombres a uno solo y enseñó a cada uno a juntarse con su pareja. ¿Qué (cosa) crea toda especie de los pájaros sino el suave placer? [100] Las reses no se unirían si (no existiera) el suave/sutil/leve amor. El fiero carnero rivaliza con el cuerno con otro macho, pero el mismo evita dañar la frente de su oveja preferida; el toro, ante el que tiemblan todas las selvas, todos los bosques, sigue a la novilla, tras dejar su fiereza; [105] la misma fuerza conserva todo lo que vive bajo el fondo del profundo mar y llena las aguas con innumerables peces. (Venus) la primera separó al hombre de sus fieros hábitos, de ella llegaron al cuidado e higiene personal.
Se dice que el primer amante cantó su canción en vela, [110] ante la noche negada, delante de las puertas cerradas y que su elocuencia fue para ablandar a la dura joven y que cada uno era elocuente para su propia causa. Por ella han sido impulsadas mil artes; cuentan que muchas cosas que antes permanecían ocultas se descubrieron por el deseo de agradar.
[115] ¿Alguien se atrevería a despojar del título de segundo mes? Que lejos de nosotros se halla tal locura. ¿Qué decir del hecho de que, poderosa en todas partes y favorecida con numerosos templos, sin embargo, en nuestra ciudad la diosa tiene mayores derechos. Por tu Troya, Romano, Venus llevaba tus armas, [120] cuando, herida en su tierna mano por una lanza, gimió (de dloor), derrotó a las dos (diosas) celestiales en el juicio de del troyano (¡ah, yo no querría recordar esto a las diosas vencidas!) y fue llamada nuera de Asáraco1, para que, por supuesto, un día el gran César tuviera antepasados Iulos.
[125] y ningún tiempo era más apto para Venus que la primavera (en a primavera las tierras relucen, en la primavera la tierra del campo está suelta, ahora, el vástago lleva los brotes en su corteza hinchada) y la hermosa Venus es digna de un hermoso tiempo/estación y, como suele hacerlo, es seguida de su querido Marte.

martes, 22 de noviembre de 2011

Priapo y Loto







Texto utilizado:
Ovide, Fastos
Belles Lettres, 1995
Libro I 405-450








Naides effusis aliae sine pectinis usu, 405
pars aderant positis arte manuque comis;
illa super suras tunicam collecta ministrat,
altera dissuto pectus aperta sinu;
exserit haec umerum, vestes trahit illa per herbas,
impediunt teneros vincula nulla pedes. 410
hinc aliae Satyris incendia mitia praebent,
pars tibi, qui pinu tempora nexa geris:
te quoque, inexstinctae Silene libidinis, urunt:
nequitia est quae te non sinit esse senem.
at ruber, hortorum decus et tutela, Priapus 415
omnibus ex illis Lotide captus erat:
hanc cupit, hanc optat, sola suspirat in illa,
signaque dat nutu sollicitatque notis.
fastus inest pulchris sequiturque superbia formam:
inrisum voltu despicit illa suo. 420
nox erat, et vino somnum faciente iacebant
corpora diversis victa sopore locis;
Lotis in herbosa sub acernis ultima ramis,
sicut erat lusu fessa, quievit humo.
surgit amans animamque tenens vestigia furtim 425
suspenso digitis fert taciturna gradu.
ut tetigit niveae secreta cubilia nymphae,
ipsa sui flatus ne sonet aura cavet;
et iam finitima corpus librabat in herba:
illa tamen multi plena soporis erat. 430
gaudet et a pedibus tracto velamine vota
ad sua felici coeperat ire via.
ecce rudens rauco Sileni vector asellus
intempestivos edidit ore sonos.
territa consurgit nymphe, manibusque Priapum 435
reicit, et fugiens concitat omne nemus.
at deus, obscena nimium quoque parte paratus,
omnibus ad lunae lumina risus erat.
morte dedit poenas auctor clamoris; et haec est
Hellespontiaco victima grata deo. 440
intactae fueratis aves, solacia ruris,
adsuetum silvis innocuumque genus,
quae facitis nidos et plumis ova fovetis,
et facili dulces editis ore modos;
sed nihil ista iuvant, quia linguae crimen habetis, 445
dique putant mentes vos aperire suas.
(nec tamen hoc falsum: nam, dis ut proxima quaeque,
nunc pinna veras, nunc datis ore notas.)
tuta diu volucrum proles tum denique caesa est,
iuveruntque deos indicis exta sui. 450



[405] Estaban presentes las náyades, unas con el pelo suelto sin el uso del peina, otras arregladas por el arte y la mano. Esta sirve con la túnica recogida sobre las pantorrillas, la otra con el escote abierto en el pliegue descocido. Esta deja el hombro desnudo, aquella lleva su vestido (suelto) por las hierbas, [410] ningún lazo embaraza sus tiernos pies. De aquí, unas ofrecían fuegos a los sátiros, otras a ti que llevas las sienes ceñidas de pino, a ti también Sileno, de deseo inextinguelbe te abrasan: tu disipación es la que no te permite ser viejo.
[415] Pero, el colorado Príapo, ornato y tutela de los jardines, de todas aquellas (náyades) había sido cautivado por Lotis; a ésta desea, a esta elige, suspira por ella sola y le hace señas con el movimiento de la cabeza y la atrae con señales.
La arrogancia se junta con las bonitas y la soberbia sigue a la belleza; [420] aquella desprecia con una burla de su rostro.
Era de noche y los cuerpos yacían por diversos lugares, vencidos por el sopor del vino que produce sueño. Lotis, como estaba cansada del juego se puso a reposar en el suelo herboso, lejano, debajo de las ramas de un arce. [425] Se levanta el amante y conteniendo el aliento lleva furtivamente sus pasos silencioso, caminando de puntillas. Cuando llegó al lecho apartado de la nívea ninfa, se preocupa de que no suene el sonido de su propia respiración y ya, balanceando su cuerpo sobre la hiera cercana; [430] pero ella está plena de un profundo sopor. Él se regocija, complace y tras correrse el vestido hasta las piernas, empezaba a reconocer el feliz camino de sus deseos. He aquí que el asnito que llevaba a Sileno, rebuznando, emitió un sonido intempestivo de su boca ronca.
[435] La ninfa se levanta asustada y rechaza a Príapo con las manos y al huir despierta a todo el bosque; y el dios, excesivamente preparado también con sus partes obscenas era la risa de todos a la luz de la luna.
[440] El autor del clamor, pago su culpa con la muerte y es una víctima grata para el dios del Helesponto. Todavía erais aves intactas, sola del campo, especie habitual e inofensiva de las selvas, que construís nidos y empollas los huevos con las plumas y emitís dulces sonidos con la boca fácilmente.
[445] Pero ninguna estas cosas os ayudan porque portáis el crimen en la lengua y los dioses piensan que nosotras vosotras ponéis al descubierto sus pensamientos. Pero esto no es falso, pues cuando estáis más cerca de los dioses, proporcionáis las señales, bien con las alas, bien con el pico. [450] La prole de los pájaros antes protegida fue finalmente sacrificada y las entrañas de lsu delatores complacieron a los dioses.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El Trigo y La Sal




Texto utilizado:
Ovide, Fastos
Belles Lettres, 1995
Libro I 335-352


victima quae dextra cecidit victrice vocatur; 335
hostibus a domitis hostia nomen habet.
ante, deos homini quod conciliare valeret,
far erat et puri lucida mica salis.
nondum pertulerat lacrimatas cortice murras
acta per aequoreas hospita navis aquas, 340
tura nec Euphrates nec miserat India costum,
nec fuerant rubri cognita fila croci.
ara dabat fumos herbis contenta Sabinis,
et non exiguo laurus adusta sono;
siquis erat factis prati de flore coronis 345
qui posset violas addere, dives erat.
hic, qui nunc aperit percussi viscera tauri,
in sacris nullum culter habebat opus.
prima Ceres avidae gavisa est sanguine porcae,
ulta suas merita caede nocentis opes: 350
nam sata vere novo teneris lactentia sucis
eruta saetigerae comperit ore suis.
sus dederat poenas: exemplo territus huius
palmite debueras abstinuisse, caper.



Fastos I, 335-352

[335] Se llama víctima quien ha caído bajo diestra victoriosa; tiene el nombre de hostia (víctima) por los enemigos vencidos (hostes).
Antes la harina y un gran brillante de sal pura eran suficientes para conciliar a los dioses con el hombre. Todavía no había traído una nave extranjera, [340] conducida a través de la superficie de mar, la mirra destilada de una corteza1, ni el Éufrates había enviado el incienso, ni la India el bálsamo (costum: planta aromática), ni eran conocidos los hilos del rojizo azafrán. El altar, contento con las hierbas sabinas y el laurel quemado con un crepitar no pequeño, exhalaba humo. [345] Si existía alguien que pudiera agregar violetas a las coronas hechas con flores del prado era rico. Este cuchillo que ahora abre las entrañas del toro abatido no tenía en las ceremonias ninguna función. La primera (que) se alegró con la sangre de una cerda voraz fue Ceres; [350] (ya) que vengaba sus riquezas/bienes con la muerte merecida de la culpable, pues descubrió que los sembrados, lechosos en primavera, habían sido arrancados de sus tiernos surcos por el hocico de una cerda peluda.

martes, 15 de noviembre de 2011

Calendario del Año Latino






Texto utilizado:
Ovide, Fastos
Belles Lettres, 1995
Libro I 1-25








Tempora cum causis Latium digesta per annum
lapsaque sub terras ortaque signa canam.
excipe pacato, Caesar Germanice, voltu
hoc opus et timidae derige navis iter,
officioque, levem non aversatus honorem, 5
en tibi devoto numine dexter ades.
sacra recognosces annalibus eruta priscis
et quo sit merito quaeque notata dies.
invenies illic et festa domestica vobis;
saepe tibi pater est, saepe legendus avus, 10
quaeque ferunt illi, pictos signantia fastos,
tu quoque cum Druso praemia fratre feres.
Caesaris arma canant alii: nos Caesaris aras
et quoscumque sacris addidit ille dies.
adnue conanti per laudes ire tuorum 15
deque meo pavidos excute corde metus.
da mihi te placidum, dederis in carmina vires:
ingenium voltu statque caditque tuo.
pagina iudicium docti subitura movetur
principis, ut Clario missa legenda deo. 20
quae sit enim culti facundia sensimus oris,
civica pro trepidis cum tulit arma reis.
scimus et, ad nostras cum se tulit impetus artes,
ingenii currant flumina quanta tui.
si licet et fas est, vates rege vatis habenas, 25



Fastos I, 1-26
Proemio

Voy a cantar las fechas/tiempos ordenados a lo largo del año latino junto con sus causas, y los astros/planetas que se ponen y salen bajo la tierra. Recibe, César Germánico, con rostro calmo, esta obra y dirige el camino de mi temerosa nave, y [5] sin rechazar/dar la espalda a un humilde honor, ¡ea! asiste propicio con tu numen al trabajo que te dedico. Reconocerás las ceremonias/ritos sagrados extraídos de los anales antiguos y la causa por la cual cada día ha sido señalado. Allí también encontrarás las fiestas que pertenecen a vosotros (patres); [10] a menudo habrás de leer el nombre de tu padre o el de tu abuelo. Los premios que fueron para ellos, que adornan el calendario pintado, también los obtendrás tú junto con tu hermano Druso.
Que otros canten las armas de César: yo (cantaré) los altares de César y cualquiera de los días que él agregó a las fiestas sagradas. [15] Aprueba al que busca avanzar entre las loas de los tuyos y quita de mi pecho los espantosos temores. Ofrécete a mi agradable y habrás dado fuerzas a mji poema: mi arte se sostiene o decae según tu mirada. Mi página se conmueve (por) que ha de afrontar el juicio de un docto príncipe, [20] como si la enviaran para ser leída por el dios de Claros (Apolo). Pues sabemos cuál es la facundia de una boca cultivada/erudita cuando ella empuñó las armas cívicas/ciudadanas por reos temblorosos/que temblaban. Y cuanto tu pasión se se entrega a nuestras artes, sabemos qué gran caudal fluye de tu talentos. [25] Si es licito y está permitido por los dioses, dirige, poeta (como eres) las riendas de este poeta, para que bajo tus auspicios transcurra el año completo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Jacinto







Texto utilizado:
Ovide, Les Metamorphoses
Texte etablit et traduit par G. Lafaye, Paris
Belles Lettres, 1995
Libro X 162-220








'Te quoque, Amyclide, posuisset in aethere Phoebus,
tristia si spatium ponendi fata dedissent.
qua licet, aeternus tamen es, quotiensque repellit
ver hiemem, Piscique Aries succedit aquoso, 165
tu totiens oreris viridique in caespite flores.
te meus ante omnes genitor dilexit, et orbe
in medio positi caruerunt praeside Delphi,
dum deus Eurotan inmunitamque frequentat
Sparten, nec citharae nec sunt in honore sagittae: 170
inmemor ipse sui non retia ferre recusat,
non tenuisse canes, non per iuga montis iniqui
ire comes, longaque alit adsuetudine flammas.
iamque fere medius Titan venientis et actae
noctis erat spatioque pari distabat utrimque, 175
corpora veste levant et suco pinguis olivi
splendescunt latique ineunt certamina disci.
quem prius aerias libratum Phoebus in auras
misit et oppositas disiecit pondere nubes;
reccidit in solidam longo post tempore terram 180
pondus et exhibuit iunctam cum viribus artem.
protinus inprudens actusque cupidine lusus
tollere Taenarides orbem properabat, at illum
dura repercusso subiecit verbere tellus
in vultus, Hyacinthe, tuos. expalluit aeque 185
quam puer ipse deus conlapsosque excipit artus,
et modo te refovet, modo tristia vulnera siccat,
nunc animam admotis fugientem sustinet herbis.
nil prosunt artes: erat inmedicabile vulnus.
ut, siquis violas rigidumve papaver in horto 190
liliaque infringat fulvis horrentia linguis,
marcida demittant subito caput illa vietum
nec se sustineant spectentque cacumine terram:
sic vultus moriens iacet et defecta vigore
ipsa sibi est oneri cervix umeroque recumbit. 195
"laberis, Oebalide, prima fraudate iuventa,"
Phoebus ait "videoque tuum, mea crimina, vulnus.
tu dolor es facinusque meum: mea dextera leto
inscribenda tuo est. ego sum tibi funeris auctor.
quae mea culpa tamen, nisi si lusisse vocari 200
culpa potest, nisi culpa potest et amasse vocari?
atque utinam tecumque mori vitamque liceret
reddere! quod quoniam fatali lege tenemur,
semper eris mecum memorique haerebis in ore.
te lyra pulsa manu, te carmina nostra sonabunt, 205
flosque novus scripto gemitus imitabere nostros.
tempus et illud erit, quo se fortissimus heros
addat in hunc florem folioque legatur eodem."
talia dum vero memorantur Apollinis ore,
ecce cruor, qui fusus humo signaverat herbas, 210
desinit esse cruor, Tyrioque nitentior ostro
flos oritur formamque capit, quam lilia, si non
purpureus color his, argenteus esset in illis.
non satis hoc Phoebo est (is enim fuit auctor honoris):
ipse suos gemitus foliis inscribit, et AI AI 215
flos habet inscriptum, funestaque littera ducta est.
nec genuisse pudet Sparten Hyacinthon: honorque
durat in hoc aevi, celebrandaque more priorum
annua praelata redeunt Hyacinthia pompa.
'At si forte roges fecundam Amathunta metallis, 220
an genuisse velit Propoetidas, abnuat aeque
atque illos, gemino quondam quibus aspera cornu
frons erat, unde etiam nomen traxere Cerastae.


Metamorfosis de Jacinto
A ti también Amiclida, Febo te habría depositado en el éter, si los siniestros hados le hubieran dado ocasión de colocarte. sin embargo eras eterno en lo que se permite y cuando a veces la primavera aleja el invierno y el carnero [165] sucede al acuoso pez, tantas veces sales tú y las flores en el verte césped.
A ti antes que a todos , amó mi padre y Delfos, ubicado en el centro estuvo privada de su protección, mientras el dios frecuentaba el Eurotas y Esparta [170] no fortificada y no son dignos de honor ni la cítara ni las flechas; él, sin acordarse de sí, no rechaza las redes, ni retener los perros, ni ir como compañero por cima de los montes abruptos y alimenta las pasiones con costumbre habitual.
Y ya Titán estaba casi en el medio de la noche que ha de venir y se paseaba y estaba a igual distancia de uno y otro; aligeran sus cuerpos de ropa y brillan con el jugo de las gordas olivas y van hacia las competencias de lanzamiento de disco. El disco de Febo, el primero, tras balancearse se lanzón a los aires y con su peso dispersó las nubes que se le oponían, volvió a caer sobre las dura tierra y el peso, [180] después de largo tiempo y exhibió el arte junto con las fuerzas.
Sin interrupción el Tenárida imprudente y empujado por el deseo de juego se apresuraba a levantar el disco; pero la dura tierra lo lanzó tras ser rechazo en el aire, contra tu rostro, Jacinto. [185] Palideció igual que el joven el mismo dios y toma los miembros desfallecientes y unas veces te reanima y otras seca las fuertes heridas, ahora retiene tu vida que escapa, aplicando unas hierbas.
Son inútiles sus artes, la herida resultaba incurable. [190] Como si alguien en un jardín rompe violetas o adormidera duras o lirios que se estremecen , como las lenguas azafranadas; ellas, de repente marchitas, dejan caer su cabeza ajada y no se sostienen y contemplan la tierra con sus puntas. Así yace moribundo el rostro y el propio cuello es un peso para sí mismo, tras perder el vigor y [195] se recuesta sobre el hombro.
“Desfalleces, Ebálida, acabada estúpidamente tu juventud -dice Febo- y veo en tu herida, mi acusación. Tú eres mi dolor y mi crimen, mi diestra debe ser grabada con tu muerte. yo soy el autor de desgracia. Pero cuál es mi culpa, excepto, el haber jugado, [200] puede ser llamada culpa, sino haber amado puede ser llamado culpa?”
Y ojalá fuera lícito morir contigo y volver a la vida en cuanto a esto. Puesto que estamos sujetos a la ley del destino siempre estarás conmigo y estarás siempre en mi boca, que se acuerda.
[205] Mi lira pulsada con mi mano y mis versos te cantarán y como flor nueva imitarás mis gemidos con una inscripción. Llegará también el tiempo en el que el más fuero de los leones se añadirá a esta flor y serás leído en la misma hoja.”
Mientras son recordadas estas cosas por la boca verídica de Apolo; [210] he aquí que la sangre derramada sobre la tierra que había marcado la hierba; deja de ser sangre y más brillante que la ostra tira, surge una flor y toma una forma los lirios, sino fuera por el color púrpura de éstos, en aquellos es plateado.
Esto no fue suficiente para Febo –en efecto, él fue el autor del honor- [215] él mismo inscribió sus gemidos en las hojas y la flor tiene inscripto: “¡ay, ay!” y las letras, tristes son moldeadas. y no se avergüenza Esparta de haber engendrado a Jacinto y el honor perdura hasta nuestra época y según la antigua costumbre todos los años vuelven las Fiestas Jacintas para ser celebradas con pompa que va delante.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Invocación: El canto de Orfeo






Texto utilizado:
Ovide, Les Metamorphoses
Texte etablit et traduit par G. Lafaye, Paris
Belles Lettres, 1995
Libro X 145-160







Tale nemus vates attraxerat inque ferarum
concilio, medius turbae, volucrumque sedebat.
ut satis inpulsas temptavit pollice chordas 145
et sensit varios, quamvis diversa sonarent,
concordare modos, hoc vocem carmine movit:
'ab Iove, Musa parens, (cedunt Iovis omnia regno)
carmina nostra move! Iovis est mihi saepe potestas
dicta prius: cecini plectro graviore Gigantas 150
sparsaque Phlegraeis victricia fulmina campis.
nunc opus est leviore lyra, puerosque canamus
dilectos superis inconcessisque puellas
ignibus attonitas meruisse libidine poenam.
'Rex superum Phrygii quondam Ganymedis amore 155
arsit, et inventum est aliquid, quod Iuppiter esse,
quam quod erat, mallet. nulla tamen alite verti
dignatur, nisi quae posset sua fulmina ferre.
nec mora, percusso mendacibus aere pennis
abripit Iliaden; qui nunc quoque pocula miscet 160
invitaque Iovi nectar Iunone ministrat.


INVOCACIÓN
[145] Cuando probó, bastante, las cuerdas pulsadas con su pulgar y se dio cuenta de que las distintas notas, aunque sonaban diferentes, concordaban rítmicamente, moduló su voz con este canto:
Oh, musa creadora, impulsa mi canto desde Júpiter (todas las cosas ceden al reino de Júpiter). A menudo ha sido mencionado el poder de éste: [150] con un plectro más pesado he cantado a los Gigantes y los victoriosos rayos esparcidos por los campos flegreos. Ahora conviene una lira más liviana, cantemos a los jóvenes que fueron amados por los dioses y las doncellas excitadas por fuegos prohibidos, que merecieron un castigo por un deseo desenfrenado.
[155] En otro tiempo, el rey de los dioses ardió de deseo por el frigio Ganimedes y se descubrió algo, que Júpiter preferías ser más de lo que era. Sin embargo, no se digna convertir en ave distinta sino la que podría llevar sus rayos. Y sin demora, golpeando el aire con sus engañosas alas arrebata al Ilíada, [160] quien también ahora mezcla las copas y sirve el néctar a Júpiter, a pesar del deseo de Juno.

martes, 30 de agosto de 2011

Orfeo






Texto utilizado:
Ovide, Les Metamorphoses
Texte etablit et traduit par G. Lafaye, Paris
Belles Lettres, 1995
Libro IX 1-110









Inde per inmensum croceo velatus amictu
aethera digreditur Ciconumque Hymenaeus ad oras
tendit et Orphea nequiquam voce vocatur.
adfuit ille quidem, sed nec sollemnia verba
nec laetos vultus nec felix attulit omen. 5
fax quoque, quam tenuit, lacrimoso stridula fumo
usque fuit nullosque invenit motibus ignes.
exitus auspicio gravior: nam nupta per herbas
dum nova naiadum turba comitata vagatur,
occidit in talum serpentis dente recepto. 10
quam satis ad superas postquam Rhodopeius auras
deflevit vates, ne non temptaret et umbras,
ad Styga Taenaria est ausus descendere porta
perque leves populos simulacraque functa sepulcro
Persephonen adiit inamoenaque regna tenentem 15
umbrarum dominum pulsisque ad carmina nervis
sic ait: 'o positi sub terra numina mundi,
in quem reccidimus, quicquid mortale creamur,
si licet et falsi positis ambagibus oris
vera loqui sinitis, non huc, ut opaca viderem 20
Tartara, descendi, nec uti villosa colubris
terna Medusaei vincirem guttura monstri:
causa viae est coniunx, in quam calcata venenum
vipera diffudit crescentesque abstulit annos.
posse pati volui nec me temptasse negabo: 25
vicit Amor. supera deus hic bene notus in ora est;
an sit et hic, dubito: sed et hic tamen auguror esse,
famaque si veteris non est mentita rapinae,
vos quoque iunxit Amor. per ego haec loca plena timoris,
per Chaos hoc ingens vastique silentia regni, 30
Eurydices, oro, properata retexite fata.
omnia debemur vobis, paulumque morati
serius aut citius sedem properamus ad unam.
tendimus huc omnes, haec est domus ultima, vosque
humani generis longissima regna tenetis. 35
haec quoque, cum iustos matura peregerit annos,
iuris erit vestri: pro munere poscimus usum;
quodsi fata negant veniam pro coniuge, certum est
nolle redire mihi: leto gaudete duorum.'
Talia dicentem nervosque ad verba moventem 40
exsangues flebant animae; nec Tantalus undam
captavit refugam, stupuitque Ixionis orbis,
nec carpsere iecur volucres, urnisque vacarunt
Belides, inque tuo sedisti, Sisyphe, saxo.
tunc primum lacrimis victarum carmine fama est 45
Eumenidum maduisse genas, nec regia coniunx
sustinet oranti nec, qui regit ima, negare,
Eurydicenque vocant: umbras erat illa recentes
inter et incessit passu de vulnere tardo.
hanc simul et legem Rhodopeius accipit heros, 50
ne flectat retro sua lumina, donec Avernas
exierit valles; aut inrita dona futura.
carpitur adclivis per muta silentia trames,
arduus, obscurus, caligine densus opaca,
nec procul afuerunt telluris margine summae: 55
hic, ne deficeret, metuens avidusque videndi
flexit amans oculos, et protinus illa relapsa est,
bracchiaque intendens prendique et prendere certans
nil nisi cedentes infelix arripit auras.
iamque iterum moriens non est de coniuge quicquam 60
questa suo (quid enim nisi se quereretur amatam?)
supremumque 'vale,' quod iam vix auribus ille
acciperet, dixit revolutaque rursus eodem est.
Non aliter stupuit gemina nece coniugis Orpheus,
quam tria qui timidus, medio portante catenas, 65
colla canis vidit, quem non pavor ante reliquit,
quam natura prior saxo per corpus oborto,
quique in se crimen traxit voluitque videri
Olenos esse nocens, tuque, o confisa figurae,
infelix Lethaea, tuae, iunctissima quondam 70
pectora, nunc lapides, quos umida sustinet Ide.
orantem frustraque iterum transire volentem
portitor arcuerat: septem tamen ille diebus
squalidus in ripa Cereris sine munere sedit;
cura dolorque animi lacrimaeque alimenta fuere. 75
esse deos Erebi crudeles questus, in altam
se recipit Rhodopen pulsumque aquilonibus Haemum.
Tertius aequoreis inclusum Piscibus annum
finierat Titan, omnemque refugerat Orpheus
femineam Venerem, seu quod male cesserat illi, 80
sive fidem dederat; multas tamen ardor habebat
iungere se vati, multae doluere repulsae.
ille etiam Thracum populis fuit auctor amorem
in teneros transferre mares citraque iuventam
aetatis breve ver et primos carpere flores. 85
Collis erat collemque super planissima campi
area, quam viridem faciebant graminis herbae:
umbra loco deerat; qua postquam parte resedit
dis genitus vates et fila sonantia movit,
umbra loco venit: non Chaonis afuit arbor, 90
non nemus Heliadum, non frondibus aesculus altis,
nec tiliae molles, nec fagus et innuba laurus,
et coryli fragiles et fraxinus utilis hastis
enodisque abies curvataque glandibus ilex
et platanus genialis acerque coloribus inpar 95
amnicolaeque simul salices et aquatica lotos
perpetuoque virens buxum tenuesque myricae
et bicolor myrtus et bacis caerula tinus.
vos quoque, flexipedes hederae, venistis et una
pampineae vites et amictae vitibus ulmi 100
ornique et piceae pomoque onerata rubenti
arbutus et lentae, victoris praemia, palmae
et succincta comas hirsutaque vertice pinus,
grata deum matri, siquidem Cybeleius Attis
exuit hac hominem truncoque induruit illo. 105


Orfeo, Metamorfosis, X, 1-110, Ovidio.

De allí se alejó Himeneo, a través del inmenso éter, cubierto por un manto azafrán y se dirige a las regiones Ciconias y en vano es invocado por la voz de Orfeo.
Ciertamente, él estuvo, pero no llevó ni palabras solemnes, [5] ni un rostro alegre, ni un presagio feliz. También la antorcha que sostuvo, chisporroteó sin interrupción con un humo que provoca lágrimas pero no alcanzó con sus movimientos ningún fuego. El término de su suerte fue más grave que el augurio; pues mientras (Eurídice) vaga entre las hierbas, acompañad por una muchedumbre de náyades, [10] la recién casada muere, tras recibir la mordedura de una serpiente en el talón.
Después que el poeta Rodopeo la lloró lo suficiente en los espacios superiores, para no dejar de intentar también las sombras se atrevió a descender al Estigio por la puerta Tenaria; a través de criaturas ya sin peso y de espectros, cumplido ya su entierro.
[15] Se dirigió a Perséfone y ante el señor que gobierna los poco agradables reinos de las sombras y tañendo las cuerdas para un canto, dijo así: ¡oh divinidades del mundo ubicado bajo tierra, al que descendemos los que somos engendrados como mortales! si es lícito y permitís que, abandonando los rodeos de una boca engañosa, diga la verdad: [20] no he descendido aquí para contemplar el oscuro Tártaro, ni para encadenar la triple garganta cubierta de culebras de la monstruosa Medusa; la causa del viaje es mi esposa, sobre la que vertió su veneno una víbora tras ser pisada, y se la llevó aún antes del término de su vida.
[25] Quise soportarlo y no negaré que lo intenté: Amor ha vencido. Esto es un dios bien conocido en las regiones superiores, dudo si también lo sea aquí; pero, sin embargo, conjeturo/auguro que también lo es aquí y si no es falso el rumo de un antiguo rapto, a vosotros también unió Amor.
[30]Por estos lugares llenos de temor, por este enorme caos y el silencio del extenso reino, yo os pido, destejed el apresurado destino de Eurídice. Todas las cosas son gracias a vosotros y sólo demoradas un poco, más tarde o más temprano nos dirigimos velozmente al mismo lugar; hacia aquí todos nos tendemos, esta es nuestra última morada y vosotros gobernáis los más grandes reinos de la especie humana.
[35] También ella, cuando haya recorrido, ya madura, los años merecidos, se encontrará bajo vuestro dominio: os pido su goce como un regalo porque si los hados me niegan que yo vuelva por mis esposa, es seguro que no deseo volver; alegraos con la muerte de ambos.”
[40] Las almas sin vida lloraban ante el que decía tales cosas y tañía las cuerdas; y el Tántalo no trató de alcanzar el agua que huye y la rueda de Ixión se detuvo y las aves no arrancaron el hígado y las Belides no vaciaron las urnas y tú, Sísifo no te sentaste en tu roca.
[45] Es sabido que entonces por primera vez, las mejillas de las Euménides, vencidas por el canto, humedecieron sus mejillas de lágrimas y ni la esposa reina, ni quien reina en las profundidades se atrevieron a negar al suplicante y llaman a Eurídice: ella estaba entre las sombras recientes y avanzó con un paso lento a causa de la herida.
[50] El héroe Rodopeo recibió a esta y al mismo tiempo la condición de no volver atrás los ojos, hasta que no pasar los valles del Averno o el don sería inútil.
A través de la región silenciosa, un sendero inclinado, oscuro, arduo es tomado, lleno de negras tinieblas y ya no estaban lejos del límite de la tierra: aquí, temiendo que fallaran sus fuerzas volvió los ojos e inmediatamente ella cayó hacia atrás y tendiendo los brazos y luchando por agarrar y ser agarrada, la desdichada nada puede asir, excepto los aires que se retiran.
[60] Y ya muriendo una vez más nada se quejó acerca de su esposo –en efecto, ¿de qué se quejaría sino de ser amada?- y dijo el último adiós a, que apenas recibió aquel en sus odios y fue devuelta nuevamente al mismo sitio.
Orfeo se quedó estupefacto ante la segunda muerte de su esposa [65] como aquel que tímido vio al perro de tres cabezas, portando la del medio las cadenas, al cual no abandonó el miedo antes que su anterior naturaleza, tras convertirse; por todo su cuerpo en roca o el Oleno que arrastró hacia sí la culpa y quiso ser visto como criminal [70] o tú, infeliz Latea, confiada en tu belleza, corazones unidos en otros tiempo, ahora rocas que sostienen el húmedo Ida.
El barquero (Caronte) había rechazado al que suplicaba y deseaba en vano pasar por segunda vez; sin embargo, él, durante siete días, sucio, se sentó en la orilla sin tomar los dones de Ceres, [75] las penas, el dolor del alma y las lágrimas fueron su alimento.
Quejándose de lo crueles que son los dioses del Érebo, se retiró al alto Ródope y al Hemio, golpeado por los aquilones; el Titán había puesto fin tres veces al año, encerrado por los peces acuáticos y [80] Orfeo rechazó todo amor femenino; bien porque le había ido mal, bien porque había dado su palabra; sin embargo, un deseo ardiente de unirse al poeta se apoderaba de muchas jóvenes y sufrieron al ser rechazadas. ´
Él también fue el instigador sobre los pueblos de Tracia de que el amor transforme a los [85] jóvenes y a gozar de la breve primavera de la edad antes de la juventud y las primeras flores.

Catálogo de árboles

Había una colina y sobre la colina una superficie muy llana de campo, que volvían verde las gramíneas. [90] Al lugar le faltaba sombra; luego de que el poeta nacido de dioses se sentó en aquel lugar y probó las cuerdas que suenan, la sombra llegó al lugar: [catálogo de árboles] no faltó el árbol caonio, ni el bosque de las Helíades, ni las encinas de altas ramas, ni los suaves tilos, ni el haya, ni el laurel virginal, ni las frágiles avellanas, ni el fresno útil para las lanzas, ni el abeto geminado y el cortex, cargado de bellotas y [95] el placentero plátano y el arce de varios colores y los sauces que viven cerca de los ríos y el loto acuático y el boj que es verde perpetuamente y los delgados tamariscos y el mirto de dos colores y el sauquillo, azulado por sus bayas.
También vinisteis vosotras, flexibles hierbas y [100] a la vez las vides cubiertas de brotes y los olmos cubiertos de uvas y los olmos (cambiar nombre) y las piceas y el madronio cargado de fruto rojizo y las flexibles palmas, premio del vencedor y el pino de ceñido follaje y copa espinosa, agradable a la madre de los dioses, puesto que Atis, el de Cibeles se salió de su forma humana y [105] se endureció en aquel tronco.

domingo, 28 de agosto de 2011

Loto





Texto utilizado:
Ovide, Les Metamorphoses
Texte etablit et traduit par G. Lafaye, Paris
Belles Lettres, 1995
Libro IX 324-393




Dixit, et admonitu veteris commota ministrae
ingemuit. quam sic nurus est affata dolentem: 325
'te tamen, o genetrix, alienae sanguine nostro
rapta movet facies. quid si tibi mira sororis
fata meae referam? quamquam lacrimaeque dolorque
impediunt, prohibentque loqui. fuit unica matri—
me pater ex alia genuit—notissima forma 330
Oechalidum, Dryope. quam virginitate carentem
vimque dei passam Delphos Delonque tenentis
excipit Andraemon, et habetur coniuge felix.
est lacus, adclivis devexo margine formam
litoris efficiens, summum myrteta coronant. 335
venerat huc Dryope fatorum nescia, quoque
indignere magis, nymphis latura coronas,
inque sinu puerum, qui nondum impleverat annum,
dulce ferebat onus tepidique ope lactis alebat.
haut procul a stagno Tyrios imitata colores 340
in spem bacarum florebat aquatica lotos.
carpserat hinc Dryope, quos oblectamina nato
porrigeret, flores, et idem factura videbar—
namque aderam—vidi guttas e flore cruentas
decidere et tremulo ramos horrore moveri. 345
scilicet, ut referunt tardi nunc denique agrestes,
Lotis in hanc nymphe, fugiens obscena Priapi,
contulerat versos, servato nomine, vultus.
'Nescierat soror hoc. quae cum perterrita retro
ire et adoratis vellet discedere nymphis, 350
haeserunt radice pedes. convellere pugnat,
nec quicquam, nisi summa movet. subcrescit ab imo,
totaque paulatim lentus premit inguina cortex.
ut vidit, conata manu laniare capillos,
fronde manum implevit: frondes caput omne tenebant. 355
at puer Amphissos (namque hoc avus Eurytus illi
addiderat nomen) materna rigescere sentit
ubera; nec sequitur ducentem lacteus umor.
spectatrix aderam fati crudelis, opemque
non poteram tibi ferre, soror, quantumque valebam, 360
crescentem truncum ramosque amplexa morabar,
et, fateor, volui sub eodem cortice condi.
'Ecce vir Andraemon genitorque miserrimus adsunt,
et quaerunt Dryopen: Dryopen quaerentibus illis
ostendi loton. tepido dant oscula ligno, 365
adfusique suae radicibus arboris haerent.
nil nisi iam faciem, quod non foret arbor, habebat
cara soror: lacrimae misero de corpore factis
inrorant foliis, ac, dum licet, oraque praestant
vocis iter, tales effundit in aera questus: 370
"siqua fides miseris, hoc me per numina iuro
non meruisse nefas. patior sine crimine poenam.
viximus innocuae. si mentior, arida perdam
quas habeo frondes, et caesa securibus urar.
hunc tamen infantem maternis demite ramis, 375
et date nutrici, nostraque sub arbore saepe
lac facitote bibat, nostraque sub arbore ludat.
cumque loqui poterit, matrem facitote salutet,
et tristis dicat 'latet hoc in stipite mater.'
stagna tamen timeat, nec carpat ab arbore flores, 380
et frutices omnes corpus putet esse dearum.
care vale coniunx, et tu, germana, paterque!
qui, siqua est pietas, ab acutae vulnere falcis,
a pecoris morsu frondes defendite nostras.
et quoniam mihi fas ad vos incumbere non est, 385
erigite huc artus, et ad oscula nostra venite,
dum tangi possum, parvumque attollite natum!
plura loqui nequeo. nam iam per candida mollis
colla liber serpit, summoque cacumine condor.
ex oculis removete manus. sine munere vestro 390
contegat inductus morientia lumina cortex!"
desierant simul ora loqui, simul esse. diuque
corpore mutato rami caluere recentes.'


Dríope, (Loto) Metamorfosis, IX, 324-393

Dijo, y conmovida por el recuerdo de la antigua sierva, gimió. La nuera, habla así a la que se lamentaba: “Sin embargo, a ti, madre, te conmueve la belleza arrebatada a una extraña a tu sangre. ¿y qué si te contara el destino admirable/asombroso (mira) de su hermana? Aunque las lágrimas y el dolor me impiden y prohíben hablar.
Dríope (1) fue la única (hija) de su madre, -a mí me engendró de otra mi padre-; la más conocida de las Ecólidas por su belleza. A ésta, privada de su virginidad y, tras sufrir la violencia del dios que posee Delfos y Delos, la recibió Andremón y se la tenía por feliz con su esposo.
Existe un lago que tiene forma de una costa en pendiente por su orilla escarpada; la cumbre es coronada por abundantes mirtos. Allí había llegado Dríope, desconociendo su destino y, para que te indignes más aún, iba a llevar coronas para las ninfas y llevaba en su regazo un niño, dulce peso que aún no había completado el año y alimentaba con el recurso de su tibia leche. No lejos de la laguna florecía un loto acuático, que imitaba los colores Tirios en los tiernos brotes de sus bayas.
De aquí había arranco, Dríope unas flores que ofrecía a su hijo como divertimento. Y parecía que (yo) iba a hacer lo mismo, pues yo estaba allí/junto a ella. Vi que unas gotas sangrantes caían de la flor y que las ramas se movían con estremecedor horror. En efecto, como cuentan ahora, tardíamente los campesinos, la ninfa Lotis, huyendo de las obscenidades de Príapo, había llevado su figura metamorfoseada, conservando el nombre.
Mi hermana no lo sabía; y cuando/como ella quiso, llena de espanto, retroceder y alejarse tras venerar a las ninfas; sus pies quedaron fijos en una raíz. Lucha por arrancarlos y no mueve nada excepto la parte superior; crece desde abajo y poco a poco una flexible corteza oprime las ingles totalmente.
Cuando se dio cuenta, intentando arrancar sus cabellos con la mano, su mano se llenó de hojas; toda su cabeza tenía hojas. Por su parte, el niño Anfiso , pues este nombre le había puesto su abuelo Euristo, notó que los pechos maternos se endurecían y el líquido materno no cede a él que lo busca absorber.
Yo estaba como espectadora del cruel destino y no podía proporcionarte ayuda alguna, hermana y cuanto podía, detenía el tronco que crecía y las ramas, abrazándote y, lo confieso, quise estar escondida bajo la misma corteza.
He aquí que llegan su marido, Andremón y su desgraciado padre y buscan a Dríope; a los que buscaban a ésta les mostré el loto. Dan besos al tibio leño y precipitándose se abrazan a las raíces de su árbol y ya mi querida hermana no tenía nada que no fuera árbol, excepto la cara: las lágrimas caen gota a gota sobre sus hojas surgidas de su mísero cuerpo y mientras es posible, su boca proporciona un camino a su voz, enviando al aire tales lamentos:
“si hay alguna credibilidad para los desgraciados, juro por las divinidades que no he merecido esta impiedad, sufro un castigo sin crimen. He vivido sin hacer daño. Si miento, que pierda, estéril, las hojas que tengo y arda, una vez cortada con el segur. Pero, separad a este niño de las ramas maternas y entregadlo a una nodriza y habrás de lograr que beba habitualmente leche bajo y juegue al pie de mi árbol. Pero que tema los lagos y no corte flores de un árbol, que considere que todas las ramas son cuerpos de los dioses. Adiós, querido esposo, y tú hermana, y tú padre; si alguna piedad hay en vosotros, defended mis ramas de la herida segura de la hoz y del mordisco de los animales.
Y puesto que no me es lícito inclinarme sobre vosotros, levantad hasta aquí vuestros miembros y venid a mis besos, mientras pueda tocarlos y alzad a mi pequeño hijo. No puedo decir más, pues ya una suave corteza serpentea por mi blanco cuello y estoy oculta en la parte alta de la copa. ¡Alejad las manos de mis ojos! que la corteza, conducida sin la ayuda de vosotros cubra ya mis ojos moribundos.”
La boca dejó simultáneamente de hablar, a la vez que dejó de existir. Y durante largo tiempo, luego de metamorfosearse su cuerpo, las ramas aún frescas estuvieron calientes.

(1)- Dríope (nombre que proviene de drúoy, que significa árbol o encina), es el epónimo del pueblo de los Driópes, considerado, como unos de los primeros que ocuparon la península helénica. En la versión arcadia de la leyenda, Licaón, tuvo una hija, amada por el dios Hermes y se convirtió en la madre del dios Pan. En la versión tesalia, su hija Dríope se unió a Apolo para engendrar a Anfiso.
Según la versión que sigue Ovidio, Dríope era hija única del rey Dríope, guardaba los rebaños del padre, cerca del Eta. Las Hamadríades la tomaron por compañera de juego y le enseñaron los himnos y danzas preferidos de los dioses. Apolo, al verla en medio de sus coros, se enamoró de ella y, para acercársele, se transformó en tortuga. (Ant. Lib. Transf. 32)

jueves, 28 de julio de 2011

Laurel






Texto utilizado:
Ovide, Les Metamorphoses
Texte etablit et traduit par G. Lafaye, Paris
Belles Lettres, 1995
Libro I 453-590





Primus amor Phoebi Daphne Peneia, quem non
fors ignara dedit, sed saeva Cupidinis ira,
Delius hunc nuper, victa serpente superbus,
viderat adducto flectentem cornua nervo 455
'quid' que 'tibi, lascive puer, cum fortibus armis?'
dixerat: 'ista decent umeros gestamina nostros,
qui dare certa ferae, dare vulnera possumus hosti,
qui modo pestifero tot iugera ventre prementem
stravimus innumeris tumidum Pythona sagittis. 460
tu face nescio quos esto contentus amores
inritare tua, nec laudes adsere nostras!'
filius huic Veneris 'figat tuus omnia, Phoebe,
te meus arcus' ait; 'quantoque animalia cedunt
cuncta deo, tanto minor est tua gloria nostra.' 465
dixit et eliso percussis aere pennis
inpiger umbrosa Parnasi constitit arce
eque sagittifera prompsit duo tela pharetra
diversorum operum: fugat hoc, facit illud amorem;
quod facit, auratum est et cuspide fulget acuta, 470
quod fugat, obtusum est et habet sub harundine plumbum.
hoc deus in nympha Peneide fixit, at illo
laesit Apollineas traiecta per ossa medullas;
protinus alter amat, fugit altera nomen amantis
silvarum latebris captivarumque ferarum 475
exuviis gaudens innuptaeque aemula Phoebes:
vitta coercebat positos sine lege capillos.
multi illam petiere, illa aversata petentes
inpatiens expersque viri nemora avia lustrat
nec, quid Hymen, quid Amor, quid sint conubia curat. 480
saepe pater dixit: 'generum mihi, filia, debes,'
saepe pater dixit: 'debes mihi, nata, nepotes';
illa velut crimen taedas exosa iugales
pulchra verecundo suffuderat ora rubore
inque patris blandis haerens cervice lacertis 485
'da mihi perpetua, genitor carissime,' dixit
'virginitate frui! dedit hoc pater ante Dianae.'
ille quidem obsequitur, sed te decor iste quod optas
esse vetat, votoque tuo tua forma repugnat:
Phoebus amat visaeque cupit conubia Daphnes, 490
quodque cupit, sperat, suaque illum oracula fallunt,
utque leves stipulae demptis adolentur aristis,
ut facibus saepes ardent, quas forte viator
vel nimis admovit vel iam sub luce reliquit,
sic deus in flammas abiit, sic pectore toto 495
uritur et sterilem sperando nutrit amorem.
spectat inornatos collo pendere capillos
et 'quid, si comantur?' ait. videt igne micantes
sideribus similes oculos, videt oscula, quae non
est vidisse satis; laudat digitosque manusque 500
bracchiaque et nudos media plus parte lacertos;
si qua latent, meliora putat. fugit ocior aura
illa levi neque ad haec revocantis verba resistit:
'nympha, precor, Penei, mane! non insequor hostis;
nympha, mane! sic agna lupum, sic cerva leonem, 505
sic aquilam penna fugiunt trepidante columbae,
hostes quaeque suos: amor est mihi causa sequendi!
me miserum! ne prona cadas indignave laedi
crura notent sentes et sim tibi causa doloris!
aspera, qua properas, loca sunt: moderatius, oro, 510
curre fugamque inhibe, moderatius insequar ipse.
cui placeas, inquire tamen: non incola montis,
non ego sum pastor, non hic armenta gregesque
horridus observo. nescis, temeraria, nescis,
quem fugias, ideoque fugis: mihi Delphica tellus 515
et Claros et Tenedos Patareaque regia servit;
Iuppiter est genitor; per me, quod eritque fuitque
estque, patet; per me concordant carmina nervis.
certa quidem nostra est, nostra tamen una sagitta
certior, in vacuo quae vulnera pectore fecit! 520
inventum medicina meum est, opiferque per orbem
dicor, et herbarum subiecta potentia nobis.
ei mihi, quod nullis amor est sanabilis herbis
nec prosunt domino, quae prosunt omnibus, artes!'
Plura locuturum timido Peneia cursu 525
fugit cumque ipso verba inperfecta reliquit,
tum quoque visa decens; nudabant corpora venti,
obviaque adversas vibrabant flamina vestes,
et levis inpulsos retro dabat aura capillos,
auctaque forma fuga est. sed enim non sustinet ultra 530
perdere blanditias iuvenis deus, utque monebat
ipse Amor, admisso sequitur vestigia passu.
ut canis in vacuo leporem cum Gallicus arvo
vidit, et hic praedam pedibus petit, ille salutem;
alter inhaesuro similis iam iamque tenere 535
sperat et extento stringit vestigia rostro,
alter in ambiguo est, an sit conprensus, et ipsis
morsibus eripitur tangentiaque ora relinquit:
sic deus et virgo est hic spe celer, illa timore.
qui tamen insequitur pennis adiutus Amoris, 540
ocior est requiemque negat tergoque fugacis
inminet et crinem sparsum cervicibus adflat.
viribus absumptis expalluit illa citaeque
victa labore fugae spectans Peneidas undas
'fer, pater,' inquit 'opem! si flumina numen habetis, 545
qua nimium placui, mutando perde figuram!'
[quae facit ut laedar mutando perde figuram.]
vix prece finita torpor gravis occupat artus,
mollia cinguntur tenui praecordia libro,
in frondem crines, in ramos bracchia crescunt, 550
pes modo tam velox pigris radicibus haeret,
ora cacumen habet: remanet nitor unus in illa.
Hanc quoque Phoebus amat positaque in stipite dextra
sentit adhuc trepidare novo sub cortice pectus
conplexusque suis ramos ut membra lacertis 555
oscula dat ligno; refugit tamen oscula lignum.
cui deus 'at, quoniam coniunx mea non potes esse,
arbor eris certe' dixit 'mea! semper habebunt
te coma, te citharae, te nostrae, laure, pharetrae;
tu ducibus Latiis aderis, cum laeta Triumphum 560
vox canet et visent longas Capitolia pompas;
postibus Augustis eadem fidissima custos
ante fores stabis mediamque tuebere quercum,
utque meum intonsis caput est iuvenale capillis,
tu quoque perpetuos semper gere frondis honores!' 565
finierat Paean: factis modo laurea ramis
adnuit utque caput visa est agitasse cacumen.
Est nemus Haemoniae, praerupta quod undique claudit
silva: vocant Tempe; per quae Peneos ab imo
effusus Pindo spumosis volvitur undis 570
deiectuque gravi tenues agitantia fumos
nubila conducit summisque adspergine silvis
inpluit et sonitu plus quam vicina fatigat:
haec domus, haec sedes, haec sunt penetralia magni
amnis, in his residens facto de cautibus antro, 575
undis iura dabat nymphisque colentibus undas.
conveniunt illuc popularia flumina primum,
nescia, gratentur consolenturne parentem,
populifer Sperchios et inrequietus Enipeus
Apidanosque senex lenisque Amphrysos et Aeas, 580
moxque amnes alii, qui, qua tulit inpetus illos,
in mare deducunt fessas erroribus undas.
Inachus unus abest imoque reconditus antro
fletibus auget aquas natamque miserrimus Io
luget ut amissam: nescit, vitane fruatur 585
an sit apud manes; sed quam non invenit usquam,
esse putat nusquam atque animo peiora veretur.



Metamorfosis, I, 452-590 (Laurel)

Primera Parte

Dafne, hija del Peneida fue el primer amor de Apolo, que no causó el azar ignorante sino la cruel ira de Cupido.
Recientemente, Delio, orgulloso de vencer a la serpiente, [455] lo había visto llevar el arco tensando la cuerda y le había dicho: “¿Qué haces tú, niño juguetón con armas (propias) de valientes? Estas armas son apropiadas para mis hombros; (yo) El que puede producir /provocar heridas precisas a los animales y a los enemigos. (yo) [460] quien ha derribado a Pitón, hinchado por mis innumerables flechas, que cubría con su vientre portador de peste, tantas yugadas. Tú conténtate con provocar no sé qué amores y no te atribuyas mis alabanzas.”
El hijo de Venus (Cupido) le dijo a éste: que tu arco, Febo atraviese todas las cosas; el mío a ti y [465] cuanto todos los animales ceden a un dios, tanto menor es tu gloria a la mía.”
Dijo y surcando el aire con las alas que baten y veloz en la umbría ciudadela del Parnaso; y de su aljaba portadora de flechas sacó dos de diferentes efectos: una hace huir, la otra provoca el amor; [470] la que provoca (el amor) es de oro y brilla en la punta aguda; la que hace huir es obtusa y tiene plomo bajo la caña.
El dios clavó ésta en la ninfa Peneida, pero aquella hirió en lo más profundo a Apolo a través de sus huesos; y sin interrupción, uno ama, la otra huye del amante; feliz/regocijante [475] con los escondites de los bosques y los despojos de los animales cazados y émula de la virgen Febe: una cinta sujetaba sus cabellos, dispuestos sin orden.
Muchos la pretendieron, ella, hostil, rechazaba a los pretendientes, incapaz de soportarlos y desconocedora de hombre recorre los bosques inaccesibles [480] y no le preocupa qué sea del himeneo, qué del amor, qué de las bodas.
A menudo su padre le dijo: “me debes un yerno, hija, a menudo el padre le dijo: “me debes nietos, hija.”
Aquella, que odiaba las antorchas conyugales como un crimen, había cubierto su bello resto de pudoroso rubor y [485] en los cariñosos brazos de su padre, abrazando su cuello le dijo: “¡concédeme, querido padre, gozar de mi virginidad! Esto le dio su padre antes a Diana.” Aquel se muestra complacido pero a ti ese mismo encanto te impide ser lo que deseas y tu belleza se opone a tu deseo.
[490] Febo ama y desea a Dafne para las bodas, con sólo verla y ansía lo que desea y sus propios oráculos lo engañan y como los leves tallos se queman una vez quitada la espiga, como arden los setos con las antorchas, que por azar un caminante acercó demasiado o dejó en el momento del amanecer; [495] así el dios se volvió en llamas; así arde todo su pecho y alimenta esperando un amor estéril.
Contempla sus cabellos caer desordenados sobre su cuello y dice: ¿Qué si están peinados? Ve los ojos que brillan con el fuego, similares a las estrellas; [500] ve los besos que no es suficiente haber visto; alaba sus dedos, su y también sus antebrazos desnudos en más de la mitad y si están algo ocultos, cree que es mejor.
Ella, huye más rápidamente que la leve brisa y no se detiene ante las palabras del que la llama: [505] Ninfa, hija de Peneo, te lo ruego, ¡detente! no te persigo como enemigo. Ninga, ¡detente! Así huyen la cordera del lobo, así la cierva del león, así las palomas con ala temblorosa del águila cada una de sus enemigos. El amor es para mí la causa para perseguirte. ¡Oh, desgraciado de mí! No caigas al suelo y que las zarzas marquen tus piernas que no son dignas de ser heridas y no sea yo, para ti motivo de dolor! Ásperos son los lugares por donde te apresuras; corre, te lo suplico más prudente [510] y detén tu huida, yo mismo te perseguiré más moderadamente.
No obstante, trata de descubrir a quien agradas, yo no soy un habitante del monte, ni un pastor que cuida aquí inculto vacas y rebaños. No sabes, imprudente, no sabes de quién huyes y por esto huyes. [515] La tierra de Delfos y Claros y Téntedos y el palacio de Patara son protegidos por mí, Júpiter es mi padre; a través de mí se hace evidente lo que va a ser, lo que fue y lo que es; a través de mí concuerdan los poemas con las cuerdas. [520] Sin duda mi flecha es certera, sin embargo, más certera que la mía es una sola que produce heridas en un pecho vacío.
La medicina es invento mío; soy llamado por todo el mundo el auxiliador y el poder de las hierbas está sometido a mí. ¡ay de mí, porque el amor no es curable con ninguna de las hierbas y no sirven a su dueño las ciencias que a todos sirven!
[525] La hija de Peneo huyó del que iba a decir muchas cosas, con temerosa carrera y dejó las palabras sin terminar junto con el dios; también entonces se ve graciosa; los vientos desnudaban su cuerpo y los soplos que salían a su paso agitaban los vestidos que resistían y la más ligera brisa daba golpes hacia atrás los cabellos y su belleza es aumentada con la herida.
[530] Pero, de hecho, el joven dios no resiste más quedarse sin caricia y como aconsejaba el mismo Amor, sigue las huellas con paso apresurado.
Como cuando un perro de Galia ha visto una liebre en un campo vacío y éste busca con sus patas la presa, aquella la salvación. Uno, simula quedarse quieto, espera a tenerla de un momento a otro y toca ligeramente sus huellas con su hocico extendido; [535] el otro está en duda si ha sido apresado y se arranca de los mismos mordiscos y deja la boca que la toca. Así el dios y la doncella, éste veloz por la esperanza, aquella por el temor.
[540] Sin embargo, el que persigue ayudado por las alas de Amor, es más rápido y se niega el reposo y está muy cerca de la espalda de la que huye y resopla sobre la cabellera esparcida sobre el cuello.
Ella, agotada sus fuerzas palideció y vencida por el esfuerzo de la veloz huída, dice, contemplando las aguas del Peneo: [545] “padre, proporcióname ayuda, si los ríos tenéis poder divino; disipa esta figura con la que he gustado demasiado, cambiándola, disipa esta figura con la que hice que me injuriaran.
Apenas finalizado el ruego, un pesado entorpecimiento se apodera de sus miembros: su blando pecho es rodeado de fina corte, [550] sus cabellos (crecen) como fronda, sus brazos como ramas, sus pies, hace poco tan veloces se quedan fijos como raíces lentas, la copa ocupa su rostro; solo la belleza permanece en ella.
Febo también la ama y posando su diestra en el tronco, siente que el pecho tiembla aún bajo la nueva corteza y [555] rodeando con sus brazos las ramas como (si fueran) miembros, da besos a la madera, sin embargo, la madera huye de sus besos.
A ésta, el dios le dijo: “ya que no puedes ser mi esposa, serás mi árbol, siempre te tendrán, ¡oh, laurel! mi cabellera, mi cítara, mi aljaba; [560] tú marcharás junto a los generales latinos, cuando, una voz alegre cante el triunfo y el Capitolio vea los largos desfiles.
¡Tú misma, las más fiel custodia de las puertas de Augusto, permanecerás de pie en las entradas y protegerás la encina en medio y (así) como mi cabeza es la de un joven con la cabellera sin cortar, [565] lleva tú siempre los honores perpetuos en la frente!
El Peán, finalizó (de hablar); el laurel asintió con sus ramas recientemente surgidas, y parecía que agitaba su copa como una cabeza.

domingo, 24 de julio de 2011

Anémona (Adonis)





Texto utilizado:
Ovide, Les Metamorphoses
Texte etablit et traduit par G. Lafaye, Paris
Belles Lettres, 1995
Libro X 505-539 / 708-739





exsereret; media gravidus tumet arbore venter. 505
tendit onus matrem; neque habent sua verba dolores,
nec Lucina potest parientis voce vocari.
nitenti tamen est similis curvataque crebros
dat gemitus arbor lacrimisque cadentibus umet.
constitit ad ramos mitis Lucina dolentes 510
admovitque manus et verba puerpera dixit:
arbor agit rimas et fissa cortice vivum
reddit onus, vagitque puer; quem mollibus herbis
naides inpositum lacrimis unxere parentis.
laudaret faciem Livor quoque; qualia namque 515
corpora nudorum tabula pinguntur Amorum,
talis erat, sed, ne faciat discrimina cultus,
aut huic adde leves, aut illis deme pharetras.
'Labitur occulte fallitque volatilis aetas,
et nihil est annis velocius: ille sorore 520
natus avoque suo, qui conditus arbore nuper,
nuper erat genitus, modo formosissimus infans,
iam iuvenis, iam vir, iam se formosior ipso est,
iam placet et Veneri matrisque ulciscitur ignes.
namque pharetratus dum dat puer oscula matri, 525
inscius exstanti destrinxit harundine pectus;
laesa manu natum dea reppulit: altius actum
vulnus erat specie primoque fefellerat ipsam.
capta viri forma non iam Cythereia curat
litora, non alto repetit Paphon aequore cinctam 530
piscosamque Cnidon gravidamve Amathunta metallis;
abstinet et caelo: caelo praefertur Adonis.
hunc tenet, huic comes est adsuetaque semper in umbra
indulgere sibi formamque augere colendo
per iuga, per silvas dumosaque saxa vagatur 535
fine genus vestem ritu succincta Dianae
hortaturque canes tutaeque animalia praedae,
aut pronos lepores aut celsum in cornua cervum
aut agitat dammas; a fortibus abstinet apris
raptoresque lupos armatosque unguibus ursos 540
vitat et armenti saturatos caede leones.




'Illa quidem monuit iunctisque per aera cycnis
carpit iter, sed stat monitis contraria virtus.
forte suem latebris vestigia certa secuti 710
excivere canes, silvisque exire parantem
fixerat obliquo iuvenis Cinyreius ictu:
protinus excussit pando venabula rostro
sanguine tincta suo trepidumque et tuta petentem
trux aper insequitur totosque sub inguine dentes 715
abdidit et fulva moribundum stravit harena.
vecta levi curru medias Cytherea per auras
Cypron olorinis nondum pervenerat alis:
agnovit longe gemitum morientis et albas
flexit aves illuc, utque aethere vidit ab alto 720
exanimem inque suo iactantem sanguine corpus,
desiluit pariterque sinum pariterque capillos
rupit et indignis percussit pectora palmis
questaque cum fatis "at non tamen omnia vestri
iuris erunt" dixit. "luctus monimenta manebunt 725
semper, Adoni, mei, repetitaque mortis imago
annua plangoris peraget simulamina nostri;
at cruor in florem mutabitur. an tibi quondam
femineos artus in olentes vertere mentas,
Persephone, licuit: nobis Cinyreius heros 730
invidiae mutatus erit?" sic fata cruorem
nectare odorato sparsit, qui tinctus ab illo
intumuit sic, ut fulvo perlucida caeno
surgere bulla solet, nec plena longior hora
facta mora est, cum flos de sanguine concolor ortus, 735
qualem, quae lento celant sub cortice granum,
punica ferre solent; brevis est tamen usus in illo;
namque male haerentem et nimia levitate caducum
excutiunt idem, qui praestant nomina, venti.'



Anémona, (Adonis) Metamorfosis, X, 505-539 (…) 708-739

Pero el niño, concebido en mala hora, había crecido bajo el árbol y buscaba un camino por donde, tras abandonar a la madre, pudiera salir. En medio del árbol se hinchaba el vientre lleno. El peso se inclina hacia la madre y los dolores no tiene nombre y ni Lucina puede ser invocada por la voz de la que está pariendo; es semejando a la que está llena y el árbol encorvado, emite gemidos frecuentes y se humedece con las lágrimas que caen.
La benigna Lucina se ubicó junto a las ramas doloridas y acercó las manos y dijo palabras propias del parto: el árbol produce unas hendiduras y una vez abierta la corteza suelta el peso vivo y un niño gime al que las Náyades, tras colocarlo sobre la hierba blanda ungieron con las lágrimas de la que parió.
Aún la Envidia habría alabado su belleza, pues, como se pintan en un cuadro, los cuerpos de Amores desnudos, así era, pero, para que su modo de vestir no haga diferencias, añade a éste o quita a aquel, las aljaba ligeras.
El tiempo volátil se desliza ocultamente y engaña y nada es más veloz que los años: aquel, hijo de su hermana y su abuelo, quien hasta hace poco estaba oculto en un árbol que hace poco había sido engendrado, hace un instante (es) un hermosísimo niño, ya un joven , ya un hombre, ya es más hermoso que él mismo, ya agrada incluso a Venus y venga la pasión de su madre. . En efecto, mientras el niño, dotado de aljabas da besos a su madre, tocó ligeramente el pecho con una punta sobresaliente; ya la diosa herida, rechazó con la mano al hijo; la herida hecha era más honda que su apariencia y al principio la había engañado a ella misma.
Cautivada por la belleza del hombre ya no se preocupa por las costas de Citerea, no vuelve a Pafos, la ceñida por un mar profundo, ni a Cnido, abundante en peces, ni a Amatunte, preñada de metales; también se mantiene alejada del cielo, Adonis es preferido al cielo. La posee, es su compañera y está acostumbrada siempre a cuidarla en las sombrar a aumentar su belleza cuidándola y vaga por las cimas de las montañas y los bosques y las rocas llenas de espinas, arrancándole la ropa hasta la rodilla según el uso de Diana, si incita a los perros y excita a los animales, presa segura de las liebres fáciles o al ciervo alto hasta el cielo o a los gansos; se aleja de los jabalíes fuertes y evita los lobos predadores y los osos armados de garras y a los leones saturados por la matanza de ganado mayor.
A ti también, Adonis, te aconseja que tomes a éstos, si algo puede ser útil dar consejos y dice: “sé fuerte/valiente con los que huyen, la audacia no es segura contra los audaces.”

(…)

Ni bien terminó de dar consejos aquella (Venus) retoma el viaje por el éter con los cisnes atados, pero la virtud permanece contraria a los consejos.
Quizás los perros, siguiendo las huellas seguras, hicieron salir al jabalí y salir de los bosques al que está preparado; el joven Cinyreo se había arreglado con un golpe oblicuo; (el jabalí) sin interrupción sacó a golpes los venados teñidos con su propia sangre con su trompa curva y el fiero jabalí siguió inmediatamente al tembloroso y que buscaba todo y ocultó todos sus dientes bajo la ingle y tendió al moribundo en la arena amarilla.
Venus, transportada en su leve carro por los aires, aún no había llegado con sus cisnes, reconoció a lo lejos el gemido del que moría, dirigió las albas aves a aquel y cuando vio desde lo alto del éter el cuerpo exánime y echado en su propia sangre dejó a la vez el corazón, se arrancó a la vez los cabellos y golpeó el pecho con las palmas indignas y pronunció este queja con vaticinios: no serán todos su derechos los testimonios de dolor.????
permanecerán para siempre, Adonis mío, y la imagen repetida de la muerte recorrerá a través de representaciones anuales mi llanto.
Pero la sangre derramada mutará en flor. ¿acaso, no fue evidente para ti que una voz Proserpina, convertidos los miembros femeninos mentas perfumadas? el héroe Cinyreo, será transformado por la envidia?
Dichas estas cosas así, esparció con néctar perfumado la sangre (vertida) y quien impregnado de aquel se hinchó así; tal que como suele surgir un botón claro a partir de un cieno amarillento y no se ha producido una larga demora en plena hora, cuando la flor de color parecido a la sangre, ha surgido; así, los que ocultan el grano bajo la corteza flexible, suelen tener (color ) rojo; sin embargo el uso es efímero en aquel; pues los vientos que le dan su nombre hacen caer a la que está fija y con excesiva ligereza/rapidez, se cae.