domingo, 26 de agosto de 2012

Rerum Rusticarum







Varron
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Rerum Rusticarum
Londres









9 Sed, opinor, qui haec commodius ostendere possint adsunt. Nam C. Licinium Stolonem et Cn. Tremelium Scrofam video venire; unum, cuius maiores de modo agri legem tulerunt (nam Stolonis illa lex, quae vetat plus D iugera habere civem R.), et qui propter diligentiam culturae Stolonum confirmavit cognomen, quod nullus in eius fundo reperiri poterat stolo, quod effodiebat circum arbores e radicibus quae nascerentur e solo, quos stolones appellabant. Eiusdem gentis C. Licinius, tr. pl. cum esset, post reges exactos annis CCCLXV primus populum ad leges accipiendas in septem iugera forensia e comitio eduxit. 

9] Pero creo que llegan aquí quienes podrán enseñar estas cosas más apropiadamente. Pues veo venir a Cayo Licinio Estolón y a Cneo Tremelio Scrofa; los antepasados (de Stolón) dictaron la ley sobre la extensión de los campos (pues aquella ley (es) de Estolón, la cual prohíbe tener a un ciudadano romano más de quinientas yugadas) y que a causa de la rigurosidad en el cultivo confirmó el sobrenombre de “Stolono”, pues en su finca no se no se podía hallar ningún estolón (retoño) ya que excavaba alrededor de los árboles todo lo que desde el suelo nacía desde las raíces, a lo que se llamaba estolones (retoños). De esta misma gen fue Cayo Licinio, quien, siendo tribuno de la plebe trescientos cuarenta y cinco años tras la expulsión de los reyes, fue quien primero llevó desde el comicio a las siete yugadas judiciales (del Foro) para que el pueblo votara.
 

jueves, 16 de agosto de 2012

Rerum Rusticarum







Varron
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Rerum Rusticarum
Londres










3 Cum consedissemus, Agrasius, Vos, qui multas perambulastis terras, ecquam cultiorem Italia vidistis? inquit. Ego vero, Agrius, nullam arbitror esse quae tam tota sit culta. Primum cum orbis terrae divisus sit in duas partes ab Eratosthene maxume secundum naturam, 4 ad meridiem versus et ad septemtriones, et sine dubio quoniam salubrior pars septemtrionalis est quam meridiana, et quae salubriora illa fructuosiora, dicendum utique Italiam magis etiam fuisse opportunam ad colendum quam Asiam, primum quod est in Europa, secundo quod haec temperatior pars quam interior. Nam intus paene sempiternae hiemes, neque mirum, quod sunt regiones inter circulum septemtrionalem et inter cardinem caeli, ubi sol etiam sex mensibus continuis non videtur. Itaque in oceano in ea parte ne navigari quidem posse dicunt propter mare congelatum. 5 Fundanius, Em ubi tu quicquam nasci putes posse aut coli natum. Verum enim est illud Pacuvi sol si perpetuo sit aut nox, flammeo vapore aut frigore p170terrae fructos omnis interire. Ego hic, ubi nox et dies modice redit et abit, tamen aestivo die, si non diffinderem meo insiticio somno meridie, vivere non possum. 6 Illic in semenstri die aut nocte quem ad modum quicquam seri aut alescere aut meti possit? Contra quid in Italia utensile non modo non nascitur, sed etiam non egregium fit? Quod far conferam Campano? Quod triticum Apulo? Quod vinum Falerno? Quod oleum Venafro? Non arboribus consita Italia, ut tota pomarium videatur? 7 An Phrygia magis vitibus cooperta, quam Homerus appellat μπελόεσσαν, quam haec? Aut tritico Argos, quod idem poeta πολύπυρον? In qua terra iugerum unum denos et quinos denos culleos fert vini, quot quaedam in Italia regiones? An non M. Cato scribit in libro Originum sic: "ager Gallicus Romanus vocatur, qui viritim cis Ariminum datus est ultra agrum Picentium. In eo agro aliquotfariam in singula iugera dena cullea vini fiunt"? Nonne item in agro Faventino, a quo ibi trecenariae appellantur vites, quod iugerum trecenas amphoras reddat? Simul aspicit me, Certe, inquit, Libo Marcius, praefectus fabrum tuos, in fundo suo Faventiae hanc multitudinem dicebat suas reddere vites. 8 Duo in primis spectasse videntur Italici homines colendo, possentne fructus pro impensa ac labore redire et utrum saluber locus esset an non. Quorum si p172alterutrum decolat et nihilo minus quis vult colere, mente est captus adque adgnatos et gentiles est deducendus. Nemo enim sanus debet velle impensam ac sumptum facere in cultura, si videt non posse refici, nec si potest reficere fructus, si videt eos fore ut pestilentia dispereant.


[3] Habiéndonos sentado, dijo Agrasio: “vosotros, que recorristeis muchas tierras ¿habéis visto cuál de ellas es más cultivada en Italia?” “Yo en verdad -respondió Agrio- considero que no existe ninguna tierra que esté completamente cultivada. En primer lugar, porque la superficie terrestre ha sido dividida en dos partes por Eratóstenes, principalmente, según la naturaleza, una hacia el sur y otra hacia el norte.

[4] Y sin duda, porque la parte sur (septentrional) es más favorable que la norte (meridiana), y siendo las regiones más favorables las más fértiles, y allí se encuentra Italia, habrá que decir que Italia es más apropiada para cultivar que Aisa, en primer lugar, porque está en Europa, en segundo lugar, porque esta zona es más templada que la interior (continental). Pues en el interior los fríos son permanentes y no es sorprendente, porque esas regiones están entre el círculo septentrional y el punto de la tierra (polo) donde el sol sólo se ve durante seis meses continuos. Así pues, dicen que es esta parte del océano no se puede navegar a causa del mar congelado.”

[5] He aquí, Fundanio, donde crees tú que algo puede nacer o tras nacer ser cultivado. En efecto, aquello (dicho) por Pacuvio es verdad, si el solo o la noche fueran perpetuas, todos los frutos de la tierra desaparecían con un vapor de fuego o con el frío. Yo, aquí, incluso donde la noche o el día van y vienen tranquilamente, en días estivales no puedo vivir si no divido la jornada con una siesta.

[6] Allí, donde en un semestre es de día y en otro de noche, ¿de qué modo se podría sembrar o hacer crecer o cosechar algo? Al contrario, en Italia, ¿qué cosa, no sólo nace útil sino también resulta sobresaliente? ¿Qué trigo podría (comparar con el) de Campania? ¿Qué trigo candeal con el de Apulia? ¿Qué vino con el de Falerno? ¿qué oliva con la de Venafro? ¿No está sembrada de árboles Italia, de modo que parece toda (llena) de huertos?

[7] ¿Acaso Frigia, a la que Homero llama apoloéssa (vestida de vid) no está más cubierta de vides que esta (tierra)? ¿O cubierta de trigo a la que el mismo poeta llama polúpuros (rica en trigo)? ¿En qué tierra una yugada produce diez o quince odres de vino, como en algunas regiones de Italia? Acaso M. Catón no escribió en su libre sobre los Orígenes así: `se llama campo galo-romano al que se repartió por colono (en la región) más acá de Arinium y más allá de Piceno. En esta región, en algunos lugares, se produce por cada yugada diez odres de vino.´ ¿Acaso no se produce del mismo modo en la región de Faventino, a partir de lo cual, las vides se llaman tri-centenarias porque una yugada produce trescientos ánforas (de vino)? Al mismo tiempo (Agrasio) me mira y dice: “Ciertamente, Libo Macio, administrador de tus haciendas, decía que en su finca de Faventia sus vides producían esa (gran) cantidad.”

[8] Dos cosas, en principio, parecen que consideraron los hombres de Italia al cultivar: si los frutos se obtienen (compensando) gasto y trabajo y si el lugar es o no saludable. Si una de esas dos cuestiones desaparece y a pesar de ello alguien desea cultivar, ha perdido la razón y debe ser dirigido junto a sus parientes y familiares. En efecto, nadie cuerdo quiere practicar agricultura dilapidando dinero si ve que no puede obtener nada ni se pueden obtener beneficios, si ve que estos van a ser tales que van a perder a causa de la pestilencia.


sábado, 11 de agosto de 2012

Rerum Rusticarum







Varron
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Rerum Rusticarum
Londres









Sementivis feriis in aedem Telluris veneram rogatus ab aeditumo, ut dicere didicimus a patribus nostris, ut corrigimur a recentibus urbanis, ab aedituo. Offendi ibi C. Fundanium, socerum meum, et C. Agrium equitem R. Socraticum et P. Agrasium publicanum spectantes in pariete pictam Italiam. Quid vos hic? inquam, num feriae sementivae otiosos huc adduxerunt, ut patres et avos solebant nostros? 2 Nos vero, inquit Agrius, ut arbitror, eadem causa quae te, rogatio aeditumi. Itaque si ita est, ut annuis, morere oportet nobiscum, dum ille p168revertatur. Nam accersitus ab aedile, cuius procuratio huius templi est, nondum rediit et nos uti expectaremus se reliquit qui rogaret. Voltis igitur interea vetus proverbium, quod est "Romanus sedendo vincit", usurpemus, dum ille venit? Sane, inquit Agrius, et simul cogitans portam itineri dici longissimam esse ad subsellia sequentibus nobis procedit.

 
1.2. Agricultura y ganadería
[1] Yo había llegado, durante las fiestas de las Sementivas, al templo de Telus, invitado por por el guardián del templo – el editumus-, como aprendimos a llamarlo según nuestros padres o –el edituo- como nos corrigen los jóvenes civilizados de hoy. Allí me encontré con Fundanio, mi suegro, y con el caballero Cayo Agrio, un socrático, y con Publio Agrasio, recaudador de impuestos, que estaban observando un mapa de Italia en la pared. Dije: ¿qué hacéis aquí? ¿Acaso las fiestas Sementivas los han conducido hasta aquí, ociosos, como acostumbraban hacer nuestros padres y abuelos?

[2] Agrio dijo: “creo que nosotros, en verdad, (estamos) por la misma razón que tú, la invitación del guardián. Así pues, como asientes, conviene que aguardes con nosotros, mientras aquel vuelve. Pues (éste) fue llamado por el edil bajo cuya administración está el templo; todavía no ha regresado y dejó a alguien para rogarnos que lo esperáramos.” [Señala el narrador] Así pues, ¿queréis, entretanto, como dice el viejo proverbio: ´el Romano vence ocupando´, que tomemos asiento mientras él viene?¨ “De acuerdo”, dijo Agrio, y al mismo tiempo, pensando que en un viaje se dice: `la puerta está lejísimos´, se dirigió al asiento, seguido por nosotros.


domingo, 5 de agosto de 2012

Rerum Rusticarum







Varron
Economie Rurale
Libro I
Belles Lettres
1970









Qui Graece scripserunt dispersim alius de alia re, sunt plus quinquaginta. Hi sunt, quos tu habere in consilio poteris, cum quid consulere voles, Hieron Siculus et Attalus Philometor: de philosophis Democritus physicus, Xenophon Socraticus, Aristoteles et Theophrastus peripatetici, Archytas Pythagoreus: item Amphilochus Atheniensis, Anaxipolis Thasius, Apollodorus Lemnius, Aristophanes Mallotes, Antigonus Cymaeus, Agathocles Chius, Apollonius Pergamenus, Aristandros Atheniensis, Bacchius Milesius, Bion Soleus, Chaeresteus et Chaereas Athenienses, Diodorus Prieneus, Dion Colophonius, Diophanes Nicaeensis, Epigenes Rhodios, Euagon Thasius, Euphronii duo, unus Atheniensis, alter Amphipolites, Hegesias Maronites, Menandri duo, unus Prieneus, alter Heracleotes, Nicesius Maronites, Pythion Rhodius. De reliquis, quorum quae fuerit patria non accepi, sunt Androtion, Aeschrion, Aristomenes, Athenagoras, Crates, Dadis, Dionysios, Euphiton, Euphorion, Eubulus, Lysimachus, Mnaseas, Menestratus, Plentiphanes, Persis, Theophilus. Hi quos dixi omnes soluta oratione scripserunt; easdem res etiam quidam versibus, ut Hesiodus Ascraeus, Menecrates Ephesius. Hos nobilitate Mago Carthaginiensis praeteriit, poenica lingua qui res dispersas comprendit libris XXIIX, quos Cassius Dionysius Uticensis vertit libris XX ac Graeca lingua Sextilio praetori misit: in quae volumina de Graecis libris eorum quos dixi adiecit non pauca et de Magonis dempsit instar librorum VIII. Hosce ipsos utiliter ad VI libros redegit Diophanes in Bithynia et misit Deiotaro regi. Quo brevius de ea re conor tribus libris exponere, uno de agri cultura, altero de re pecuaria, tertio de villaticis pastionibus, hoc libro circumcisis rebus, quae non arbitror pertinere ad agri culturam. Itaque prius ostendam, quae secerni oporteat ab ea, tum de his rebus dicam sequens naturales divisiones. Ea erunt ex radicibus trinis, et quae ipse in meis fundis colendo animadverti, et quae legi, et quae a peritis audii.


[9] De los demás, de quienes no conozco cuál fuera su patria, son (sigue otra lista de autores). Todos estos que nombré escribieron en prosa; sin embargo algunos escribieron en versos, como Hesíodo, Ascreo yMenécrates de Éfeso. [10] A estos los superó por su prestigio, Magón el Cartaginés, quien, en lengua púnica, compendió los temas dispersos en 29 libros y que Casio Dónico de Útica tradujo al griego en 20 libros y dedicó al pretor Sextilio; en esos volúmenes añadió no poco de los libros griegos que mencioné y quitó de Magón cerca de 8 libros. Diófanes de Bitiana, a estos mismos los redujo a 6, para mejor utilidad y los dedicó al rey Deyotaro.
[11] Por esta razón, me dispongo a exponer brevemente el mismo tema en tres libros, uno sobre el cultivo del campo, el segundo sobre los asuntos del ganado y el tercero, sobre los asuntos de los animales de granja, omitiendo, en este libro, los asuntos que considero que no pertenecen al cultivo del campo. Así pues, presentaré primero lo que conviene separar y luego hablaré sobre estos asuntos, siguiendo las divisiones naturales. Estas serán de tres fuentes: las que yo mismo constaté al cultivar en mis haciendas, las que leí y las que oí de los expertos.